Consternación y miedo. Las primeras horas del día han sido muy duras para los vecinos de la pedanía murciana de Javalí Viejo. La lluvia registrada esta madrugada provocó el desbordamiento de la rambla de la Ventosa, lo que conllevó que las calles adyacentes se llenaran de agua hasta el punto de arrastrar tras de sí coches y todo lo que se encontraba a su paso. Un hombre de 62 años ha fallecido cuando la pared de la fachada de su domicilio se derrumbaba por la fuerza del agua y ha arrastrado a la víctima.

Las fuertes precipitaciones y las riadas posteriores han ocasiando daños en 38 viviendas de la pedanía, dos de las cuales han quedado en estado de ruina. El equipo psicosocial de Cruz Roja ha tratado de atender a hombres, mujeres y niños que habitaban en esas calles paralelas a la rambla y que lo han perdido todo.

"Hay mucha consternación. Ahora están intentando sacar el barro de sus casas con la ayuda de bomberos y técnicos del Ayuntamiento. Las dudas que les surgen ahora es saber cómo van a reconstruir sus vidas"; señala Rosa Celdrán, psicóloga de Cruz Roja.

Hasta mediodía este equipo de profesionales había prestado su labor a seis familias, a quienes han tenido por ataques de ansiedad o crisis de angustia fuertes. El trabajo se ha centrado sobre todo en los más pequeños: "Hay algunos niños que vieron a personas arrastradas por el agua", señala la psicóloga, "ahora sufren una presión emocional intensa. Hay incertidumbre y miedo por el futuro, miedo a no reponer lo que han perdido, miedo a separse de sus padres, a los que no quieren dejar solos".

Temen, añade Celdrán, que vuelva a llover sobre la pedanía con la misma violencia que la pasada madrugada. Por el momento varias familias han sido realojadas en un hotel mientras que otras han sido acogidas por familiares.