El sindicato ANPE ha augurado este lunes un "caótico" inicio del próximo curso escolar en la Región de Murcia por culpa del retraso en la publicación de los nuevos currículos académicos, la tardía adjudicación de docentes y el calor en las aulas.

En rueda de prensa, el presidente de ANPE Murcia, Clemente Hernández, ha hecho balance del curso 2021-2022, en el que ha dicho que, si la consejería de Educación fuera un alumno evaluado con la LOMLOE, no habría cubierto "objetivos" y, por lo tanto, "no promociona".

Para Hernández, el departamento dirigido por Mabel Campuzano tiene pendientes "muchas cosas por hacer" y ha advertido de que esas tareas sin realizar se van a traslucir en un "principio de curso caótico".

Así, ha apuntado que se repetirán en septiembre los problemas de calor en las aulas, además de volver a retrasarse las adjudicaciones de plazas de docentes de baja tras el verano, agudizado el próximo curso por una vuelta más temprana a las clases, lo que conllevará que haya grupos que comiencen sin todos los profesores ni maestros.

Sin embargo, el dirigente de ANPE ha alertado de que el principal problema se producirá con los nuevos currículos, previendo que hasta el mes de octubre no puedan aplicarse en los centros educativos y culpando de ello al retraso en su aprobación por parte del ministerio del ramo y de su aplicación por parte de la consejería.

Hernández ha lamentado que el departamento de Campuzano todavía esté redactando borradores sobre los nuevos currículos cuando los docentes deberían estar trabajando ya con un documento definitivo, en el que el 40% del contenido debe ser fijado por la comunidad autónoma.

Esta situación, ha advertido el presidente de ANPE, genera "inseguridad" jurídica, pero, sobre todo, "profesional y educativa" a la comunidad docente, que comenzará el curso académico sin tener aprobados los decretos autonómicos sobre los currículos y, por lo tanto, sin las programaciones.

Tras apuntar que a la consejería de Educación le "falta mucho más personal", poniendo como ejemplo que solo hay 50 inspectores educativos para 600 centros en la Comunidad, Hernández ha presentado un decálogo de medidas para mejorar la enseñanza pública.

Entre estas propuestas está el "apoyo explícito" del Gobierno regional a la educación pública, que sufre un "grave deterioro" mientras los conciertos de unidades crecen en la enseñanza privada, "restando" alumnos, profesorado y aulas a los centros públicos.

Además, Hernández ha reclamado reducir las ratios, "las mismas que hace cuarenta años", pasando de 25 a 16 alumnos por clase en Infantil; de 25 a 20 en Primaria; de 30 a 22 en Secundaria y de 35 a 22 en Bachillerato, para lo cual es necesario recuperar los 3.000 docentes "perdidos" en el último decenio.

El presidente de ANPE también ha apostado por rebajar en dos las horas lectivas en todos los niveles y una mayor oferta de empleo público, que permita rebajar a menos del 6% el porcentaje de interinos, que actualmente ha fijado por encima del 10 e, incluso, del 12%.