Educación

La "ideología" del Ministerio se cuela en el currículo de Bachillerato de Mabel Campuzano

La Consejería no llega a matizar, eliminar o reducir conceptos denunciados por el PP por «sectarios» como sí ha hecho la presidenta madrileña Díaz Ayuso

La consejera de Educación, Mabel Campuzano

La consejera de Educación, Mabel Campuzano / Juan Carlos Caval

Alberto Sánchez

Alberto Sánchez

Los temarios escolares están en plena transformación tras la llegada de los nuevos currículos a partir de septiembre en los cursos impares. Con el desarrollo autonómico de los currículos cada comunidad está completando esta guía de contenidos que servirá como base para la implantación de la metodología que quiere impulsar la Lomloe o Ley Celaá, como el aprendizaje por competencias.

Algunas autonomías, en función de qué partido gobierne, seguirán la estela de lo que plantea el Ministerio de Educación; otras tratarán de boicotear los reales decretos de enseñanzas mínimas para seguir una línea continuista con la anterior ley educativa (Lomce). En estas está el Gobierno regional, que tiene previsto publicar entre septiembre y octubre todos los currículos, y que pretende frenar los contenidos «ideológicos», como muchas veces ha comentado la titular de Educación, María Isabel Campuzano.

De hecho, la consejera ha insistido en varias ocasiones en que los currículos que se preparan bajo su mando serán su gran legado. « Creo que va a ser lo más importante que haga durante mi mandato y estoy segura de que hemos hecho una labor extraordinaria». Esta misma semana, Campuzano advirtió que revisará los nuevos libros de texto: «La carga ideológica se encuentra en los currículos, que no respetan los principios de neutralidad ideológica y de rigor que son exigibles en el normal funcionamiento del sistema educativo».

Pese a esto, el borrador del currículo de Bachillerato que la Consejería de Educación sacó ayer a información pública recoge muchos de los conceptos, contenidos y aprendizajes que el Partido Popular o Vox han denunciado por «ideológicos» o «sectarios» sin que se maticen. Los contenidos que prepara el Ministerio en el porcentaje que le corresponde (60%), son intocables, pero comunidades como Madrid han reducido al máximo expresiones como ‘ecodependencia’, ‘ecosocial’, ‘perspectiva de género’, ‘sexista’ o ‘socioafectivo’, estrategia que al menos en Bachillerato no ha seguido Murcia.

Otros conceptos como ‘emergencia climática’ o ‘ciudadanía resiliente’, criticados por los populares, aparecen en la misma proporción que en el texto del Ministerio junto a ‘memoria democrática’, ‘roles de género’ y ‘diversidad identitaria’. La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, anunció que eliminaría estos conceptos y, sin embargo, finalmente los redujo al mínimo legal o los matizó, algo en lo que no ha entrado Murcia.

Madrid sí ha quitado expresiones, por ejemplo, en la asignatura de Historia de España como «las políticas de memoria en España», «el proceso reformista y democratizador que emprendió la II República» o, en el papel histórico de la mujer, «protagonistas silenciadas y omitidas». La Consejería de Campuzano ha optado por mantenerlo.

"No es de recibo gastar dinero" en nuevos libros

La consejera de Educación, María Isabel Campuzano, mantendrá para el curso 2022-2023 los mismos materiales escolares usados en el actual año escolar, excepto 3º de la ESO. Esto se debe, según ha explicado la consejera, a que el 40% de los currículos que corresponde elaborar a la comunidad no estarán finalizados hasta «septiembre u octubre», por lo que, según dijo, «pensamos que no es de recibo gastar un dinero en unos libros que no van a tener una vigencia porque no cuentan con ese 40% que nosotros vamos a establecer para el contenido de nuestros libros».

Orientación educativa

Entre las referencias ‘ideológicas’ que sí elimina la Consejería es en la de establecer como principio pedagógico una atención especial a la orientación educativa y profesional del alumnado ‘incorporando la perspectiva de género’, un detalle erradicado del borrador autonómico.

El planteamiento de las asignaturas como Historia de España o Historia del Mundo Contemporáneo sí son materias donde Campuzano ha querido dejar su impronta aumentando los contenidos reflejados en el currículo, eliminando los bloques temáticos, manteniendo una cronología de los hechos o comenzar la enseñanza por la Prehistoria en vez de 1812.

Educación pretende enmendar el planteamiento de estudios del Ministerio con una «ampliación de los contenidos», evitando así «una visión sesgada del mismo y centrada de manera excesiva en el presente». Por escrito, ha dejado claro que los alumnos deberán estudiar contenidos que no recogía tal cual el real decreto del Gobierno central: la España romana, el islam y Al-Andalus, los Austrias, la Restauración, la dictadura de Primo de Ribera o el terrorismo de ETA.

Otras asignaturas donde también se ha generado polémica por el planteamiento dado para ellas por el Ministerio, como Lengua Castellana y Literatura o Historia de la Filosofía, apenas sufren cambios en el currículo autonómico.

Educación aprovecha su parte del desarrollo en introducir el ‘pin parental’ descafeinado que aprobó Campuzano para el actual curso. Incluye la referencia de que siete días antes de una actividad en el centro, esta debe ser comunicada a los padres.

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