La eliminación del esqueleto de Puerto Mayor, el proyecto portuario fracasado junto al canal del Estacio en La Manga, es uno de los grandes retos que tiene por delante el Gobierno central en la Región de Murcia junto a la recuperación del Mar Menor, la restauración de la Sierra Minera o la recuperación de la bahía de Portmán. Desde que en abril del pasado año el Consejo de Ministros acordara la reversión a manos del Estado de los terrenos donde se comenzó a construir lo que serían las dársenas del puerto, el Ministerio para la Transición Ecológica incluyó la recuperación de este espacio en su proyecto sobre la laguna salada.
El presupuesto para toda la actuación contempla 6,4 millones de euros pero el plazo se alarga hasta 2024, momento en el que se espera que quede restaurada la zona. Por el momento, y si se mantienen los plazos, el Ministerio prevé tener listo el proyecto definitivo a principios del próximo año. Antes de eso el plan debe pasar por una evaluación de impacto ambiental y por un proceso de información pública que puede modificar la alternativa final.
En los últimos días Transición Ecológica ha sacado a licitación la redacción del proyecto, un concurso que se espera que esté resuelto en julio, momento en el que empieza a contar ese periodo de seis meses que el Estado le dará a la adjudicataria para definir el proyecto. La restauración también contempla actuar sobre los hábitats dunares de la zona y obras de defensa costeras tras la retirada de las estructuras ancladas al fondo marino, además de posibles modificaciones en el espigón situado al sur.
Esta parte del proyecto constará de tres fases, empezando por los estudios de la zona y la toma de datos durante tres meses, para terminar planteando un documento inicial. El Ministerio advierte que podrá suspender temporalmente el plazo del contrato para realizar consultas a las administraciones públicas y otras entidades implicadas.
Para la segunda parte se redactará el proyecto y se llevará a cabo la evaluación de impacto ambiental, momento en el que se someterá a información pública para que, en la tercera fase, se incluyan las aportaciones necesarias.
Deterioro de las tablestacas
La retirada de las tablestacas es una de las partes complejas de la operación, ya que muchas tienen deterioros significativos y están corroídas. El Ministerio señala, entre otros impactos que ha tenido toda la infraestructura instalada que se encuentra abandonada, un posible efecto negativo sobre la playa del Estacio: «No puede descartarse a priori la influencia de los diques delimitadores de las zonas portuarias» de Puerto Mayor, ya que en este tramo se ha constatado «una zona con pérdida considerable de superficie de arena a lo largo de las últimas décadas».
La antigua concesionaria Puertomayor instaló todo el tablestacado entre los años 2003 y 2008 para edificar el puerto deportivo. En los terrenos colindantes se pretendía continuar con el desarrollo urbanístico de La Manga y ofrecer determinados servicios relacionados con la actividad náutica. Tras años de resoluciones judiciales y vaivenes políticos, el Gobierno regional declaró la caducidad de la concesión a la mercantil. Ahora el Ministerio acometerá las obras de forma subsidiaria al no encargarse de los gastos la empresa Puertomayor.
