El fútbol, después de un largo proceso cultural y deportivo, ya no es solo un deporte de hombres. Ver a una mujer dándole al balón con el pie se ha normalizado y asimilado por gran parte de la sociedad. Por la Región han proliferado en los últimos años los clubes femeninos y las ligas de la Federación Murciana han crecido exponencialmente en el último lustro. Gran parte de culpa de esa ruptura del techo de cristal en el deporte rey la tiene una entidad modesta pero grande de corazón con sede en Alhama. A las faldas de Sierra Espuña se ha gestado un proyecto que en 2009 emprendieron un exfutbolista de equipos de la Región como Paretón, Olímpico de Totana o Nueva Vanguardia, Juan Antonio García Martínez, conocido deportivamente como Randri, y su padre, Antonio. Ahora ha alcanzado la cima, la Primera División Iberdrola, donde militan Barça, Real Madrid o Valencia, entre otros grandes del fútbol nacional que hace un tiempo decidieron abrir sus estructuras a las mujeres.
En 2009, cuando Randri colgó definitivamente las botas, se empezó a gestar esta historia idílica con final feliz. A través de una escuela surgió el primer equipo federado femenino de la localidad. Eran solo catorce chicas, algunas de ellas de pueblos limítrofes como Mazarrón y Totana, las que emprendieron la aventura incluso en contra de la opinión, en algunos casos, de sus entornos familiares. Después de una campaña entrenando y jugando partidos amistosos, el Alhama CF arrancó en competición oficial un año después y apareció en Liga Autonómica. Los inicios fueron complicados, ya que en muchas ocasiones se encontraba Randri con solo dos jugadoras en el banquillo. Solo competían nueve equipos y las alhameñas fueron octavas. Pero en el siguiente curso ya fueron cuartas y en el tercero lograron el ascenso a Primera Nacional, donde por entonces acaparaba la atención en la Región el Lorca Féminas, que fue el primer club murciano en jugar una fase de ascenso a la máxima categoría.
Manteniendo siempre un equilibrio entre la parcela económica y deportiva, el Alhama se fue haciendo con un nombre. Dejó de ser el tercer equipo de la Región tras las lorquinas y el Murcia Féminas, para convertirse en el referente. Mientras que el resto de proyectos languidecían, las alhameñas crecían creando en torno al club un sentimiento de pertenencia y arraigo. De hecho, los cambios en las plantillas al final de cada temporada nunca han sido traumáticos, sino todo lo contrario, apostando siempre antes por la gente de la casa, la que se identificaba con el proyecto. Y ese es el gran secreto del éxito alcanzado esta temporada, donde el club tenía como único reto acabar entre los cinco primeros para meterse en la nueva competición que se crea la próxima temporada al estilo de la Segunda División masculina. Pero finalmente, tras un espectacular curso, acabó como campeón.
La estructura del club no ha dejado de crecer en todo momento. De hecho, el cuerpo técnico está compuesto ahora por diez personas que cuidan de todos los detalles. La afición también ha crecido y la venta de camisetas se ha convertido en una buena fuente de ingresos. Los patrocinadores han llegado paulatinamente y se han fidelizado, como es el caso de ElPozo Alimentación, que seguirá apoyando económicamente en la nueva aventura en Primera División. Las bases, de igual modo, han dado un salto, con cuatro equipos. Uno de ellos, el compuesto por jugadoras cadetes y juveniles, ha sido campeón regional. Pero la fiebre por el fútbol femenino y por el Alhama ha crecido tanto que el próximo curso saldrán dos más. Además, más de cuarenta chicas ya han llamado a la puerta del campo Bajo Guadalentín, que se está remodelando para el estreno en la máxima categoría, pidiendo probar en el equipo final.
Mutri, Laura Martínez, Érica, Judith Caravaca, Paula, Lena Pérez, Ángela, Nerea Vicente, Mariela Coronel, África, Martita, Laura Sánchez, Noe Salazar, Rubio, Spi, Violeta Quiles, Martí, Helena, Paulita y Daniela han sido las heroínas que han llevado al Alhama a la ‘Liga de las Estrellas’.
El fútbol femenino ya tiene su propio convenio colectivo, que establece el salario mínimo de cada jugadora. Ha sido el gran avance en busca de una mayor igualdad entre hombres y mujeres. Además, cada fin de semana se transmiten varios encuentros de la Primera División Iberdrola. En este escenario llega a la cumbre el Alhama ElPozo, que deberá elevar su presupuesto hasta un millón y medio de euros, a los que habrá que añadir otro medio millón para remodelar las instalaciones. Y en esa tarea, para encontrar todos los apoyos necesarios, está trabajando ahora mismo la directiva que preside Antonio García. Una ayuda del Consejo Superior de Deportes y también una importante cantidad que llegará de los derechos audiovisuales completarán ese presupuesto para competir en el mejor momento de la historia en la máxima categoría.
