Dedicada al transporte nacional e internacional de mercancías desde 1936, El Mosca es una empresa de logística global; es decir, da servicio a todos los eslabones de la cadena logística de inicio a fin: almacenaje, transporte por tierra, mar y aire, control de la cadena de suministro, servicios aduaneros… Cualquier tipo de servicio logístico que una empresa pueda necesitar, El Mosca lo tiene. 

Y, si algo caracteriza a Fruit Logistica es que tiene la capacidad de reunir a todos los eslabones de la industria en el mismo lugar; «esto supone una oportunidad para nuestra compañía, por ello somos expositores habituales desde hace casi una década», destacan desde la empresa de transportes y logística.

La edición de este año ha sido, para El Mosca, un encuentro muy satisfactorio: «Nos hemos encontrado con clientes, proveedores y amigos en Berlín. Estamos muy satisfechos con los resultados obtenidos tras nuestra participación en la feria», nos cuentan. Para la compañía, «el retorno de las ferias es un indicador muy positivo. Los últimos años para el sector logístico están siendo especialmente duros y esperamos que por fin llegue la estabilidad».

De hecho, El Mosca, como el resto de empresas del sector, está afrontando muchos retos: cierres de puertos provocados por la pandemia, subida de precios del gasoil y del gas, falta de chóferes, el Brexit…; «la logística es un trabajo muy similar al de una cadena de montaje y, cuando falla un eslabón, toda la cadena logística corre peligro. Siempre trabajábamos con planes de contingencia. Actualmente, incluso esos planes de contingencia se ven afectados ya que el problema es a nivel mundial», nos explican desde esta empresa que, si bien se ha visto afectada por la situación inevitablemente, ha sido con un impacto menor debido a su estructura y a los medios con los que cuenta: «Hemos incorporado más empleados y hemos aumentado recursos para cumplir con las necesidades de nuestros clientes».

Nos cuentan que el sector del transporte está atravesando «uno de los momentos más convulsos de los últimos cuarenta años» con el paro convocado a raíz de la «espectacular escalada de precios» del carburante y del resto de costes que ha supuesto que los imputables a un vehículo «aumenten más del doble» que los precios de los servicios prestados. Esto, «unido a la situación que se viene viviendo desde el comienzo de la pandemia de incremento de precios y falta de oferta de fletes para el transporte marítimo de contenedores, está haciendo que el inicio de año siga siendo un importante reto para el grupo, el cual se está afrontando profundizando en la transformación y diversificación del negocio como parte de las líneas estratégicas previamente definidas».

Para afrontar estos retos del futuro, El Mosca tiene claro dónde hay que apostar: «La logística evoluciona cada día y son innumerables los desafíos a los que tenemos que hacer frente para desarrollar nuestra actividad de forma eficiente y, sin la innovación esto no sería posible», explican. Por ello, El Mosca dedica gran parte de su presupuesto a inversiones en tecnología e innovación para estar a la vanguardia tecnológica.

Con todo, nada frena a El Mosca para lograr sus objetivos más inmediatos: «Consolidar las actuales inversiones, seguir creciendo como empresa de logística global y reducir nuestra huella de carbono». 

Transporte sostenible 

La sostenibilidad es un aspecto clave en el sector del transporte. «La búsqueda de un transporte sostenible es un aspecto sectorial. Todas las empresas que nos dedicamos a la logística tenemos que limitar nuestra huella en el medio ambiente», remarcan. Por ello, desde El Mosca llevan varios años investigando y adoptando medidas que contribuyan a reducir sus emisiones: por ejemplo, en su flota cuentan con camiones propulsados por GNL y han llevado a cabo proyectos piloto en los que la pintura del camión absorbía y transformaba el CO2 medioambiental convirtiéndolo en mineral, además de tener varios proyectos pendientes de ser llevados a cabo.

«Además, el año pasado nos sumamos al programa Lean & Green que va a certificar la reducción del 20% de nuestra huella de carbono en un plazo máximo de cuatro años», añaden.