Las personas que pertenezcan a algún grupo vulnerable, como son los mayores de 60 años, embarazadas y pacientes inmunodeprimidos, deberían seguir llevando la mascarilla en interiores. Así lo cree la Consejería de Salud murciana que ha convocado al Comité Covid para analizar la entrada en vigor del real decreto que acaba con el uso obligatorio del tapabocas en espacios cerrados desde este miércoles y su adaptación a la Región de Murcia.
En la comunidad no se establece ninguna novedad respecto a la normativa nacional, ya que ésta tampoco deja mucho margen de maniobra a las autonomías, pero los técnicos de Salud aprovechan para hacer un llamamiento a la responsabilidad de la población para evitar situaciones de riesgo en un momento complicado en el que la incidencia del covid está subiendo como consecuencia de la Semana Santa y las Fiestas de Primavera, en el caso de la capital de la Región.
El Comité Covid de la Región de Murcia recuerda que el uso de la mascarilla durante toda la pandemia ha reducido la emisión de aerosoles, y constituye una herramienta muy eficaz para disminuir el riesgo de transmisión de virus respiratorios.
Por ello, desde la Consejería de Salud se apela a la responsabilidad de la población en el uso de la mascarilla en las situaciones en las que se continúa siendo obligatorio, y pide que se siga utilizando en aquellas en las que se continúa recomendando, para disminuir la posibilidad de contagio.
A pesar de dejar de ser obligatorio, desde la Consejería de Salud se sigue recomendando el uso responsable de la mascarilla cuando no se respete la distancia de seguridad en interiores o cuando se produzcan aglomeraciones.
Las iglesias recuperan el rito de la paz
La Diócesis de Cartagena informó ayer de que aunque el uso de la mascarilla ya no es obligatorio en el interior de los templos y centros parroquiales, el coordinador Covid-19 de la Diócesis, Manuel Guillén, apela a la «responsabilidad y prudencia» para seguir protegiendo a las personas más vulnerables, por lo que recomienda el uso de la mascarilla, «tanto en actividades litúrgicas como pastorales, para las personas mayores de 60 años, embarazadas y personas inmunodeprimidas». Además, se recupera cierta normalidad también en la liturgia, de forma que ya se puede realizar la colecta de los fieles en el momento acostumbrado y retomar el rito de la paz, pero con un gesto que no implique el contacto personal, especialmente entre los no convivientes. Y se recomienda al celebrante el uso de la mascarilla en el momento de la comunión, cuando más proximidad hay con los fieles.
Además, recuerdan que tal y como publicaba ayer el Boletín Oficial del Estado (BOE), se recomienda un uso responsable de la mascarilla en los espacios cerrados de uso público donde las personas transitan o permanecen un tiempo prolongado, si no se mantiene la distancia de seguridad, establecida durante toda la pandemia en 1,5 metros.
También el texto nacional recomienda el uso de la mascarilla en personas vulnerables (mayores de 60 años, embarazadas e inmunodeprimidos) para evitar que éstas se expongan a riesgos y puedan contagiarse.
En esta situación hay que tener presente que desde el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias se ha detectado la presencia en España de la nueva variante XE de la Covid-19, aunque de momento a niveles muy bajos. Pero avisan los expertos de que se trata de una nueva variante ‘supercontagiosa’ que es el resultado de la combinación entre la original Ómicron y el sublinaje BA.2, más conocido como Ómicron silenciosa.
Centros comerciales y cines
El Ministerio de Sanidad también hacía público ayer el documento de recomendaciones sobre el uso de mascarillas en espacios interiores que salió del seno del Consejo Interterritorial y en el que marca como uso obligatorio los centros sanitarios, residencias, farmacias y transporte, recomendándose también su uso responsable en espacios cerrados de uso público en los que haya un tránsito de personas, como son los centros comerciales, supermercados o pequeño comercio, así como en aquellos espacios cerrados en los que las personas permanecen tiempo sin comer ni beber, como son cines, teatros, salas de conciertos o museos.
La Ponencia de Alertas también plantea el uso responsable en profesores que tengan factores de vulnerabilidad, en el ámbito laboral cuando no se pueda respetar la separación de 1,5 metros o la zona no esté bien ventilada, y en las reuniones familiares cuando haya personas vulnerables o en encuentros privados y de amigos.
