La entrada en vigor de la reforma laboral este jueves estrecha el cerco a las empresas de trabajo temporal (ETT), que cada año hacen más de medio millón de contratos en la Región, dado que estas compañías mueven a la mayor parte de los trabajadores del campo y de la industria agroalimentaria. La desaparición del contrato de obra y servicio limita al mínimo la contratación temporal y obliga a las empresas a reconvertir en fijos a gran parte de los empleados que hasta ahora iban encadenando contratos eventuales de forma irregular.
Los trabajadores que solo son incorporados de forma estacional en los periodos del año con mayor actividad tendrán que tener un contrato fijo discontinuo, dado que las necesidades de personal en las campañas de la hostelería, del comercio o del sector primario dejan de ser consideradas como algo accidental al tratarse de labores cíclicas.
Uno de cada cinco trabajadores incorporados por las empresas en febrero es indefinido
El secretario general de CC OO, Santiago Navarro, destaca que la nueva regulación está provocando un aumento de la contratación indefinida desde antes de aplicarse. Aunque la reforma laboral está en vigor desde principios de año, los cambios legales que regulan las nuevas contrataciones quedaron aplazados hasta finales de marzo.
Sin embargo, desde el pasado mes de diciembre se ha empezado a producir un aumento de la contratación indefinida, que en años anteriores apenas pasaba del 8% y que en el mes de febrero ha alcanzado ya el 20,5%, lo que supone que casi uno de cada cinco empleados entraba con contrato fijo. De los casi 70.000 contratos firmados, 14.384 eran indefinidos. A su vez, 4.472 de ellos eran en realidad temporales reconvertidos en fijos ante la proximidad del cambio legal.
«Antes de que los pillaran, los están corrigiendo», asegura Santigo Navarro. Resalta especialmente que la reforma laboral impedirá que las empresas puedan tener empleados de las ETT de forma permanente, porque solo podrá recurrir a los servicios de cesión de mano de obra para necesidades puntuales.
Los sindicatos han venido reclamando desde hace años a la Administración un control más estricto sobre las ETT, que diariamente desplazan a unos 15.000 o 20.000 de trabajadores de una punta a otra de la Región, y prevén que parte de ellos deberán convertirse en fijos discontinuos.
Por su parte, el director regional de Adecco Levante, Víctor Tatay, admite que las ETT mantienen en la Región una actividad muy superior a la que han alcanzado en otras comunidades autónomas debido a su gran implantación en el campo y en la industria agroalimentaria.
Los trabajadores que son contratados cada año para labores estacionales deberán ser fijos discontinuos
Víctor Tatay admite que la desmesurada presencia de estas compañías se debe «al abuso» de la contratación temporal en las empresas murcianas, que les ha permitido reclutar a la mayor parte de los jornaleros, dando a entender que se han mantenido prácticas en fraude de ley. Sin embargo, establece una diferenciación entre la forma de operar de las ETT adscritas a la patronal nacional Asempleo, que realizan el 80% de las contrataciones (unas 370.000 al año), y el resto de compañías que operan en la Región. También da por hecho que estas últimas están abocadas a la reconversión e incluso pueden tener problemas para mantenerse si no pueden seguir ejerciendo las mismas prácticas.
«Habrá compañías que no tendrán la capacidad ni los recursos para reconvertirse», apuntó. Añadió que uno de los inconvenientes a los que se enfrentan es la cuantía de la indemnización,» que pasa de 12 a 33 días, multiplicándose por tres».
El director regional de Adecco sostiene sin embargo que el campo y el sector agroalimentario podrán seguir contando con «los trabajadores fijos discontinuos de las ETT» para cubrir las necesidades de personal provocadas por necesidades de la producción, porque la nueva reglamentación se lo permite.
Por su parte, el decano del Colegio de Graduados Sociales, José Ruiz, asegura que las empresas solo podrán disponer de trabajadores temporales durante un periodo de 90 días al año por causas imprevistas. «Hay que especificar muy bien cuáles son las causas que motivan» estas incorporaciones, precisó. Además, tendrán que comunicar a los representantes sindicales cuándo van a utilizar esta posibilidad, lo que complica la incorporación de eventuales. José Ruiz explicó que desde la aprobación de la reforma los graduados sociales están transmitiendo a las empresas «que todo ha cambiado y que desde el 31 de marzo los límites son otros. Aconsejamos que en las actividades cíclicas se utilice la figura del fijo discontinuo», indicó. Recuerda que esta modalidad de contrato establece un orden de llamamiento de los trabajadores y que «lo único que tienen que hacer es planificar con antelación».
Precisó que en la construcción se les podrá ofrecer trabajo en otra obra o una indemnización del 7%.
