Usted vivió en primera persona el comienzo de la guerra en Ucrania con la invasión de Crimea.
Ucrania es muy proeuropea y quería firmar acuerdos comerciales con la UE. Putin dijo que ni hablar y entonces sucedió la revuelta popular de la Plaza Maidán, que acabó con el Parlamento destituyendo al títere prorruso. Era el año 2014, y Rusia reaccionó con la anexión de Crimea.
Su apoyo Ucrania le costó formar parte de la lista negra de Rusia ¿Sigue siendo persona non grata?
No lo sé. Después de dejar el cargo comprobé la lista negra y seguía estando. Putin ha cambiado la estrategia y ahora esa lista la constituyen estados.
Cuando era vicepresidente, ¿atisbaba la situación actual?
No. Teníamos una percepción de que se estaba ensayando un nuevo tipo de guerra, la de las ideas, a partir de la desinformación. Es la guerra híbrida. Una mentira puede hacer más daño que un tanque y el Kremlin controla, dirige y financia medios de comunicación dedicados a las ‘fake news’, como Russia Today y Sputnik. Los ‘bots’ son ejércitos que Putin lanza especialmente contra la UE, una institución que él odia.
¿Y qué hizo?
En 2015 saltaron las alarmas en la UE y se creó el grupo Alerta de Detección de Mentiras, formado con expertos en desinformación. Como responsable de Comunicación, tenía información de primera mano. Por mi compromiso con Ucrania y Bielorrusia, comencé a celebrar todo tipo de seminarios y encuentros en el Parlamento. Muchos periodistas de la prensa independiente, que eran perseguidos, venían a denunciar lo que les pasaba. Por ejemplo, la estrategia de Lukashenko, presidente de Bielorrusia, era meter a los periodistas libres en manicomios.
"Salvando a los cavernícolas como Podemos, hasta los socialdemócratas se han dado cuenta de que la OTAN es necesaria"
Hay quien echa la culpa a la OTAN de la situación actual por haberse expandido hasta las fronteras de Rusia.
Esas son las consignas de Putin, que teme un cinturón fronterizo en manos de la OTAN. La política de la OTAN es de puertas abiertas y, por tanto, los estados soberanos pueden decidir libremente unirse. Es Rusia quien agrede, no la OTAN.
¿Es positiva la reacción que ha tenido la UE?
Sí, se ha unido, sobre todo en materia de Defensa, donde había discrepancias hasta ahora. Salvando a cavernícolas como Podemos, que viven en otros tiempos, hasta los socialdemócratas se han dado cuenta también de que la OTAN es un elemento de necesidad. Putin no ha calculado bien.
¿Las sanciones sirven para algo?
La guerra que estamos viendo es una concepción propia del siglo XX, pero nosotros estamos respondiendo con un concepto del siglo XXI. Estas medidas, dentro de no mucho, pueden producir un gran caos social en Rusia. Mi tesis es que Putin gana batallas, pero no tengo claro que vaya a ganar la guerra.
¿España ha estado a la altura?
Ha iniciado con muy mal paso la respuesta militar por la presión a la que está sometido Sánchez por parte de sus socios. Quedó muy mal con los países de la OTAN y de la UE. Margarita Robles sí que se ha expresado con claridad.
