Hay un nuevo enemigo en el campo. Los cultivos de la Región de Murcia han tenido que hacer frente en los últimos tiempos a enfermedades o plagas que hasta ahora no se habían detectado en esta parte del Levante. La cochinilla Pulvinaria en el verano de 2020, el cotonet en marzo del pasado año, y no mucho tiempo más tarde el virus rugoso del tomate, que se registró por primera vez en la Comunidad en un invernadero de Mazarrón. Con manchas amarillas y crecimiento desigual, el tomate y la planta infectada sufre una enfermedad que puede dar al traste con el 100% de la cosecha, ya que los frutos afectados pierden su valor comercial.
Identificado por primera vez en 2015 en una plantación de tomate en Jordania, el virus rugoso del tomate ha saltado desde entonces a más de una docena de países de Europa, Asia o América, recalando en España en 2019, concretamente en Almería, tierra con larga tradición en el cultivo de esta fruta. Por todo ello, el departamento de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura ha dictado una guía de medidas para combatir este virus, declarándolo la enfermedad que provoca de forma oficial en la Comunidad, a través de un anuncio en el Boletín Oficial de la Región de Murcia que se publicó este jueves.
Las medidas abarcan tres niveles: para las empresas dedicadas a la producción de las semillas del tomate, las que cultivan el propio fruto y las que lo terminan envasando o procesando. El incumplimiento de estas normas implicarían una sanción para los agricultores. La vía de transmisión del virus es por contacto, y afecta también al pimiento. Los productos acaban por enfermar por el roce con material contaminado como ropa, manos, herramientas o maquinaria. La transmisión, señala Sanidad Vegetal, es menos posible el cultivos hidropónicos (sin suelo).
MEDIDAS ADOPTADAS CONTRA EL VIRUS RUGOSO DEL TOMATE
En semilleros
- Retirar y destruir inmediatamente en el caso de detectar el virus rugoso todos los lotes infectados de los vegetales especificados para plantación y, en su caso, las semillas originarias de dichos lotes.
- Esta eliminación se llevará a cabo de forma que no exista riesgo de propagación de la plaga especificada.
- En ningún caso, los restos infectados podrán destinarse a compostaje o cualquier otro sistema de valorización que permita su incorporación a la parcela como fertilizante.
En producción
- Las medidas son casi idénticas para el anterior caso, pero ahora se requiere a los agricultores cambiar de producción en caso de detectar la enfermerdar.
- Eliminar las malas hierbas del terreno y los abejorros.
- Emplear envases de un solo uso o la desinfección del sitio de producción empleando biocidas autorizados.
- Con carácter general, se evitará la plantación de variedades en fase de pruebas o ensayos, siempre que garantice con su análisis correspondiente que no existe este virús ni ningún otro.
En envasado
- En los almacenes será necesario desinfectar el centro, los transportes, las herramientas o maquinaria.
