Medio Ambiente

Una campaña ecologista trata de concienciar sobre la muerte de aves en tendidos eléctricos

Más de 900 animales perecieron en la Región en los últimos ocho años por este motivo

Un búho real muerto a los pies del tendido eléctrico

Un búho real muerto a los pies del tendido eléctrico / ANSE

E.P.

 Las organizaciones ambientales de la Región de Murcia han puesto en marcha la campaña 'Mirando al tendido', con la que pretende concienciar sobre el alcance de la muerte de aves protegidas y amenazadas en los tendidos eléctricos, a la vez que exigen a los poderes públicos y a las empresas una solución urgente.

Esta iniciativa se desarrollará durante los próximos tres meses en diferentes puntos de la Región de Murcia gracias al apoyo de voluntarios que revisarán los postes de los tendidos eléctricos en busca de cadáveres de aves protegidas.

Para participar en la iniciativa es preciso inscribirse a través de la web del proyecto para que se asigne una cuadrícula al participante y se contacte con la coordinación para recibir las indicaciones. En caso de que los participantes localicen un cadáver, sin tocar nada, darán traslado inmediato al SEPRONA o a los Agentes Medioambientales para que procedan al levantamiento del cadáver.

Las organizaciones ambientales recuerdan que la muerte de aves en tendidos eléctricos supone una de las principales causas de mortalidad de aves protegidas y amenazadas como el águila perdicera.

Según un estudio del Ministerio de Medio Ambiente, la Región sería la segunda provincia española en cuanto a muerte de aves (hasta 7.000 ejemplares/año). Los datos recopilados por la Comunidad Autónoma indican que en los últimos ocho años han perecido más de 900 aves, entre las que se encuentran 300 búhos reales y 42 águilas perdiceras.

Las organizaciones ambientales llevan cerca de un año registrando electrocuciones con 63 incidentes que han supuesto la muerte de 83 aves incluyendo 18 búhos reales, 3 águilas reales y 7 cigüeñas blancas entre otras especies. Mención aparte merece la muerte de 10 águilas perdiceras, especie en grave peligro de extinción en nuestra Región, que cuenta sólo con 23 parejas.

Estas organizaciones ambientales lamentan la falta de diligencia y de transparencia de las Consejerías competentes en el asunto (Medio Ambiente e Industria), ya que, según denuncian, se están ocultando los datos oficiales de electrocuciones solicitados en virtud de la ley de transparencia y no se están aplicando adecuadamente las herramientas legales existentes como ampliar el área de protección de aves frente a la electrocución o aplicar la ley de responsabilidad ambiental.

Las organizaciones confían en que la detección y publicación de casos reales de muertes de aves detectados por voluntarios en los tendidos eléctricos contribuya a la resolución de este problema ambiental y a que la sociedad tome conciencia del alcance de esta problemática para que exija a Administraciones Públicas y empresas medidas urgentes y eficaces.