José Antonio Fernández Lladó, director general de Carreteras ya cesado, no intentó rebatir en ningún momento las acusaciones que sobre él vertió la Guardia Civil en el momento de ser detenido. Es más, en su primera declaración ante los agentes del instituto armado, confesó las irregularidades cometidas e implicó a la actual alcaldesa de Alguazas, la popular Silvia Ruiz Serna.

Según contó ante la Benemérita, recurrió a la regidora para que le pusiera en contacto con uno de sus funcionarios del Ayuntamiento, de tal forma que este le pudiera falsificar un documento con el que conseguir que Hacienda no le cobrara un recargo del 20% de la deuda que tiene su empresa.

El empleado municipal le escribió un falso informe en el que se señalaba que Fernández Lladó intentó paralizar el cobro del recargo antes de que finalizara la fecha límite impuesta por Hacienda (algo que no hizo realmente).