Vocal de farmacéuticos ejercientes en servicios de farmacia hospitalaria y jefa de Farmacia del Reina Sofía, Elena Urbieta asegura que le mueve la inquietud por la excelencia, a pesar de ser consciente de la necesidad de más recursos.

El Servicio de Farmacia Hospitalaria no ha dejado de adaptarse a los nuevos tiempos, ¿qué tendencias sigue ahora?

Pues ahora principalmente ha sufrido una evolución hacia los pacientes ambulantes. Antes nos limitábamos a atender al paciente ingresado, ahora también llevamos diagnósticos concretos, servimos a centros de Atención Primaria del área, centros de salud mental...

¿Y cómo se ha adaptado a la crisis sanitaria del covid19?

Hemos puesto en marcha un servicio a domicilio para tratar a un paciente que tiene riesgo de venir al hospital y contagiarse, o que está impedido y no se puede mover. Se trata de seguirlo telemáticamente, estar en contacto con su médico y mandarle la medicación.

Habla de su especialidad con mucha pasión, ¿qué le llevó a enamorarse de ella?

Es que nosotros trabajamos día a día con muchos profesionales distintos, médicos de distintas especialidades, enfermería, incluso pacientes. Esto te hace aprender mucho. Luego, también me gusta que toda la innovación farmacoterapéutica empiece en los hospitales, vamos un poco por delante de todo. Nosotros somos la referencia para el medicamento.

¿Y cuáles son sus principales demandas?

En el Servicio de Farmacia todos nos quejamos de plantilla insuficiente. Lo que pasa aquí es que siempre se puede afinar más, ¿sabes?, pero dependiendo de los recursos humanos con los que contemos podemos ir hasta aquí o hasta allí. Somos una profesión muy inquieta, muy de querer dar un buen servicio a los pacientes. Entonces si tienes esa inquietud siempre necesitas más recursos.