El empresario Trinitario Casanova, fundador del Grupo Baraka y residente en Murcia, aparece en los 'papeles de Pandora' como apoderado de una sociedad en Panamá, según publica laSexta a raíz de la investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), en la que han participado junto a El País.

La investigación apunta a que el constructor recibió el poder general para gestionar la sociedad Pamlicost Overseas SA, registrada en Panamá el 11 de noviembre de 2009. Un mes después, el 19 de diciembre, Casanova recibió este poder, según ha informado laSexta.

Ese documento, conocido como 'poder de ruina', permite a su portador gestionar la sociedad que se lo ha concedido: comprar y vender propiedades, abrir cuentas bancarias, solicitar préstamos e hipotecas etc. Ese poder otorgado al oriolano residente en Murcia se emite a petición de la junta directiva de Pamlicost Overseas SA, liderada por Edgardo E. Díaz, uno de los nombres recurrentes en la investigación.

Trinitario Casanova es conocido por sus controvertidas operaciones inmobiliarias en plena crisis del ladrillo. En 2016 el Grupo Baraka compró el Edificio España (Madrid) a la empresa china Delian Wanda por 272 millones de euros y tan solo unos meses después lo vendió a la cadena hotelera Riu.

Fue condenado por un delito contra el mercado y los consumidores, tras difundir falsos rumores de una opa en el Banco Popular para aumentar el precio de las acciones en 2008. No es ni mucho menos la única experiencia de Casanova en los juzgados. Se instruyó en Murcia el llamado "Caso Zerrichera" de presunta corrupción en la urbanización de unos terrenos protegidos en el municipio de Águilas para construir miles de viviendas, hoteles de lujo y un campo de golf, que no llegaron a levantarse por la intervención de un juez.

Esa finca protegida, que compró en 2004 Trinitario Casanova a través del Grupo Hispania, entonces de su propiedad, ocupaba unas 250 hectáreas y pagó por ellas diez millones de euros, un dinero que en doce meses multiplicó por quince al vender el terreno en 2005 en 150 millones.

Trinitario Casanova y su holding empresarial tienen su sede principal en el edificio "Hispania", uno de los mejores del centro de Murcia, la ciudad desde la que dirige también la actividad de la fundación bautizada con su nombre y que creó hace dos años para dar cobertura económica a actividades medioambientales, culturales y, sobre todo, de apoyo a la infancia maltratada.