Con la llegada del otoño los sistemas de salud ya están engrasando la maquinaria para iniciar en unas semanas la campaña de vacunación contra la gripe, un virus que el pasado invierno pasó prácticamente desapercibido y fue desplazado por el coronavirus.

El uso de mascarillas, la distancia social y el lavado de manos frecuente para evitar la covid mantuvo también a raya a la gripe, a lo que se unió una mayor cobertura en la vacunación ante el temor de la población a que se pudiera complicar la unión de los dos virus. Sin embargo, las bajas cifras de contagios de la gripe tienen su contraprestación y es, precisamente, que el sistema inmune está desprotegido ante lo que esté por llegar en los próximos meses.

Así lo creen desde el Centro Nacional de Gripe de Valladolid, cuyo responsable, el doctor Iván Sanz, explica a LA OPINIÓN que «la hipótesis con la que trabajamos es que esta campaña la gripe será más dura y vendrá con más fuerza que en otras ocasiones».

El pasado invierno sólo se contabilizaron 12 casos de gripe diagnosticados en laboratorio en toda España, «lo que hace que la inmunidad de la población haya ido cayendo poco a poco, por lo que en esta ocasión hay más población susceptible de infectarse», afirma Sanz.

El Centro Nacional de Gripe prevé más ingresos hospitalarios

Por ello calculan que en esta ocasión el virus puede ser entre un 20 y un 25 por ciento más grave, lo que se traduce en que puede haber un 25 por ciento más de hospitalizaciones de lo habitual. A eso se sumará que será más prolongada en el tiempo, ya que la previsión es que llegue antes y termine más tarde, «lo que podría tensionar el sistema sanitario», insiste el responsable de Centro Nacional de Gripe, quien recuerda que «todos tenemos en mente las imágenes de colapso hospitalario por falta de camas que se vive todos los inviernos y que se repitió con la covid».

La solución no es que la gripe no llegue y no nos contagiemos, ya que «si seguimos con el uso de mascarillas y sin gripe un invierno más la situación se podría complicar mucho en la temporada 2022-2023».

Con el doctor Sanz también coincide José Antonio Navarro, consultor honorario del Área de Vacunas del Ministerio de Sanidad, fundador de la Asociación Española de Vacunología y exjefe de Prevención del SMS, quien afirma que «al no haber circulado el virus de la gripe el pasado año en ninguna parte del mundo, las vacunas que ha seleccionado la OMS para esta campaña se han hecho en base a lo que se cree que puede pasar, pero la población no tiene el sistema inmune preparado al no haber existido una circulación previa».

Para Navarro es fundamental mantener las medidas de seguridad y el uso de la mascarilla, animando también a la población a vacunarse contra los dos virus, gripe y covid.

Los expertos coinciden en pedir la vacunación y que no se relajen las medidas de seguridad

El experto insiste en que «es complicado predecir cómo se comportaran los virus, ya que el pasado año el virus respiratorio sincitial (VRS), que suele aparecer antes de la gripe, tuvo un pico en abril-mayo», desplazándose en el calendario a una estación que no es la habitual.

El doctor Enrique Bernal, especialista en Enfermedades Infecciosas y coordinador covid del Hospital Reina Sofía de Murcia, intenta ser algo más optimista y afirma que «si nos fijamos en cómo se ha comportado la gripe en Australia, que suele ser nuestro espejo todos los años, apenas están teniendo casos, por lo que es posible que continúe la tendencia a la baja».

Población concienciada

El doctor Bernal también apunta a que el año pasado la población estaba muy concienciada, se hizo una buena campaña de información y esto hizo que las coberturas de vacunación fueran muy elevadas, faltando incluso vacunas en las primeras semanas de vacunación contra la gripe. Por lo que pide a la Administración que en esta ocasión haga lo mismo y se informe a los ciudadanos con tiempo suficiente para que cojan cita y acudan a sus centros de salud a vacunarse. Al tiempo que considera fundamental «no relajar las medidas».