Medio ambiente

El estado de la laguna salada fuerza la muerte de los negocios costeros

Los hosteleros entienden que los turistas no vayan cuando "la gente de aquí se va a otras playas"

Un chiringuito en Los Nietos, vacío por la falta de veraneantes en la localidad debido al estado de las aguas del Mar Menor.

Un chiringuito en Los Nietos, vacío por la falta de veraneantes en la localidad debido al estado de las aguas del Mar Menor. / Iván Urquízar

Isabel Manzano

Isabel Manzano

Si el precio de la vivienda ha caído, la realidad de los negocios de las poblaciones de Los Urrutias y Los Nietos no es más halagüeña. Charo García, al frente de uno de los restaurantes más conocidos de Los Urrutias, Rufmari, explica que llevan 15 años sufriendo una caída en el volumen de negocio, pero que el teletrabajo les dio un respiro con la llegada de propietarios que preferían vivir las restricciones en su segunda residencia. Sin embargo, ahora solo acuden a su local «los de toda la vida, que aguantan». Muchos de sus clientes de temporada no van a volver por el estado del Mar Menor. «Venían cada verano desde hace décadas, pero nos han ido llamando para decirnos que con la playa así no merece la pena», lamenta. García lo entiende:«Si la gente de aquí coge el coche para irse a otras playas, no da confianza el agua».

Jacinto Calderón regenta un bar de tapas en Los Nietos y asegura que «nunca hemos tenido un año tan malo como este».

La presidenta de la asociación de vecinos de Los Nietos, Nani Vergara, lamenta que el cierre de negocios sea imparable: «El año pasado cerró una panadería y la carnicería de toda la vida. Otro bar va a echar la persiana pronto».