Los testimonios de varias murcianas que han denunciado un trato «indigno» durante el proceso de interrupción de su embarazo por motivos médicos han levantado una considerable polvareda política, social y mediática, que ya ha superado el ámbito regional y ha establecido un debate crítico sobre el discreto papel del sistema sanitario público para velar por la seguridad y el bienestar de las mujeres que abortan.

Las denuncias de las afectadas fueron recogidas por el matrón del Servicio Murciano de Salud Jorge Serrano y publicadas hace unas semanas en el boletín informativo de la Asociación Española de Matronas. Algunos de los testimonios pertenecen a mujeres que fueron derivadas del Hospital Virgen de la Arrixaca hasta una clínica privada: "Se negaron a ponerme la epidural porque ni siquiera había anestesista presencial, me tuvieron con contracciones continuas durante horas, chillando y llorando, temiendo por mi vida; di a luz en el aseo sola y muerta de dolor, después de horas suplicando que me dieran analgesia», son algunas de las denuncias que se han publicado.

[Esta Redacción ha recibido por parte del autor del artículo del boletín informativo Infomatronas la aclaración de que los hechos denunciados por él resultan exclusivamente imputables a la clínica Instituto Ginecológico de Murcia y no a a la clínica Ginemur (clínicas que comparten la misma dirección, el mismo logo, la misma puerta de acceso y parte de las instalaciones), tal y como se publicó en la primera versión de esta noticia]

Además, este sanitario sostiene que los medios en esta clínica son «deficientes» y que no se ofrece información y asesoramiento psicológico a la mujer; tampoco se aplicaría un protocolo de muerte perinatal, ni existirían informes detallados del proceso o la analgesia adecuada.

Por otro lado, este profesional del SMS recoge la experiencia de una mujer que tuvo que abortar fuera de la Comunidad. Cabe recordar que, si el diagnóstico se produce después de la semana 20, las mujeres murcianas se ven obligadas a viajar hasta Madrid, hasta la clínica El Bosque para ser intervenidas. «Pregunté dónde estaba mi hijo y me dijeron que ya había sido incinerado»; «Mi habitación era un zulo con las ventanas tapiadas y todo sucio, patatas por debajo de la cama, el baño lleno de moho, un auténtico desastre (…) cuando di a luz a mi hijo no me lo enseñaron ni me dieron opción (…) después de parir querían enviarme a casa pese a saber que éramos de Murcia (…) fue sin duda la peor experiencia de mi vida, como si estuviéramos haciendo algo clandestino donde no sabíamos ningún nombre de quien nos atendía… Una pesadilla», declara otra afectada.

A raíz de esta publicación, varios medios nacionales se han hecho eco de la denuncia de este matrón del SMS. El próximo domingo el programa Salvados de La Sexta abordará el tema y contará con la participación de cuatro de las murcianas que aparecen de manera anónima en el texto publicado por la Asociación Española de Matronas.

La polémica llega a la Asamblea

El trato que reciben las murcianas que deciden o se ven abocadas a abortar en la Región se debatirá en la Asamblea Regional, probablemente tras la aprobación de los Presupuestos Regionales el 12 de junio, en virtud de una moción presentada por el PSOE y que tiene como objetivo arrancar el compromiso, por parte de todos los grupos parlamentarios, de no derivar a ninguna mujer a centros ubicados fuera de la Región de Murcia.

En la moción, a la que ha tenido acceso esta Redacción, también se pedirá que se tomen las medidas oportunas para denunciar, controlar y erradicar «la violencia obstétrica», así como atender a las mujeres que denuncien haberla sufrido en cualquier clínica privada derivada desde el SMS, garantizar la salud ginecológica y la libertad de toda mujer durante los procesos de embarazo, parto o interrupción, y asegurar «una cartera de profesionales que pueda realizar en cualquier centro público la intervención».

Por otro lado, el PSOE solicitará que se garantice el acompañamiento psicológico a todas las mujeres durante el proceso y que se realicen las necropsias de los fetos derivados fuera de la Región.