Se acerca la vuelta a la universidad y decenas de estudiantes buscan un alojamiento para afrontrar el nuevo curso académico. Agosto se vuelve el mes por excelencia en el que el teléfono no para de sonar en las oficinas de las inmobiliarias, las calles se llenan de carteles en los que se puede leer se alquila habitación en piso de estudiante y las redes sociales se utilizan como un tablón de anuncios para buscar y encontrar un hogar. Los dos requisitos principales que tienen en cuenta los jóvenes son el precio y la cercanía con las universidades o con el centro de Murcia. El mayor problema que se encuentran los estudiantes es que la demanda no ha dejado de subir en estos últimos años, y cada vez es más difícil encontrar una cuota rentable.

Agencias inmobiliarias, empresarios y propietarios de viviendas de toda la Región, mantienen un importante nicho de negocio en paralelo a la actividad formativa. Son cerca de 26.486 los estudiantes que hasta junio estaban matriculados en la Universidad de Murcia (UMU), otros 1.233 alumnos de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) y unos 22.000 estudiantes inscritos en la Universidad Católica de Murcia (UCAM).

Aunque no todos estos estudiantes provienen de la Región, ya que cada vez son más los alumnos de otras comunidades y del extranjero. Se estima que el curso pasado, unos 3.656 alumnos que estudian en la UMU y la UPCT eran de fuera. Por su parte, la UCAM reúne en sus aulas más de 7.000 matriculados en estudios oficiales de otras comunidades. Además, pasan por sus aulas más de 2.000 estudiantes internacionales, aunque estos se establecen por tiempos y estancias diferentes.

Asimismo, a la vez que se incrementa el número de estudiantes, lo hace de igual forma el precio de las viviendas. Según un estudio publicado por Idealista, el coste de alquilar una habitación en un piso compartido en Murcia se ha encarecido un 6,1%, en el último año, hasta situarse en 237 euros al mes de media.

Lo más demandado

La tipología de estos alojamientos es del todo variada y el precio sube o baja en función de los servicios ofertados y contratados y la zona en la que se encuentran.

Manuel Bascuñana, propietario de la inmobiliaria Bascuñana de Murcia, declara que la mayoría de estudiantes «buscan un piso con dos dormitorios para compartir con otros jóvenes». Las zonas más reclamadas son cerca de los campus universitarios. «Los alumnos de la Merced buscan alojamiento por el barrio Vistalegre, la Plaza Circular o el centro histórico». Otros sectores muy solicitados se encuentran por la zona norte. «Juan Carlos I o Abenarabi también son avenidas muy solicitadas por las buenas conexiones que tienen el tranvía y el autobús con el campus de Espinardo».

Respecto al precio, Bascuñana destaca que son más caras las viviendas del centro de la Región. «El precio de una habitación con dos dormitorios puede rondar entre los 500 y 600 euros». Por otro lado, algunas pedanías como Guadalupe o La Ñora han llenado sus calles de pisos destinados a estudiantes procedentes de la Universidad Católica de Murcia. «Por estas zonas el precio baja un poco, podemos encontrar pisos de 350 a 400 euros» manifiesta el propietario de la inmobiliaria.

De esta manera encontrar un lugar donde vivir durante el desarrollo del curso académico se convierte en toda una pesadilla. Como es el caso de Marta Gallardo, natural de Benidorm, que lleva estudiando en Murcia tres años. En este tiempo ha cambiado dos veces de alojamiento. «El primer año estuve en un piso de dos habitaciones en Guadalupe en el que pagaba 200 euros mensuales. Elegí esa zona para estar cerca de la universidad en la que estudio, la UCAM».

Asimismo, explica que «buscar piso ha sido un proceso largo y cansado», pues «estuve casi un mes y medio mirando pisos y no encontraba nada; estaban ya alquilados o no me podía permitir el precio». Tras un largo periodo buscando,«encontré uno con una buena localización, y cuando ya lo tenía todo hablado con la propietaria, a una semana de empezar las clases, se lo dieron a otra chica y me quedé en la calle», se queja Gallardo.

Aunque su peor experiencia fue en este último año, cuando decidió buscar piso por el centro de Murcia. «Los precios eran mucho más altos y las viviendas dejaban mucho que desear, tanto por lo descuidadas y viejas que estaban como por el tamaño. Uno de los pisos que fuimos a visitar tenía el frigorífico en el pasillo porque no cabía en la cocina y el escritorio en el salón porque no cogía en la habitación y costaba unos 600 euros. Sería una locura vivir allí».

Finalmente tuvo que acudir a una inmobiliaria, aunque la situación no mejoró. «Al final compartí un piso por 520 euros, es decir, pagaba 260 euros mensuales pero tuve que dar 800 euros de fianza, de los cuales una parte era para la agencia y otra por si no pagamos las facturas, así que al final solo me devolvieron 480 euros. Me parece una verdadera estafa»,se queja la estudiantes de estas plataformas de alquiler.

Las residencias

Estos alojamiento son el tipo de viviendas más solicitadas por los estudiantes menores de edad o que empiezan el primer curso universitario. Suelen ofrecer servicios completos y las instalaciones son bastantes modernas, por lo que el precio sube notablemente. Según sus páginas web, los precios de una habitación individual, con todo completo, puede costar sobre los 700 euros y el número de plazas disponible puede ser muy limitado.

María del Carmen Martín es una estudiante de cuarto de Periodismo que estuvo durante un año en una residencia de Murcia. «Yo le recomiendo esta opción a personas que vienen de otras ciudades o que nunca han vivido muy lejos de sus familias», pues asegura que uno de los puntos fuertes de estos lugares es que «tus necesidades básicas suelen estar cubiertas para que tú solo te centres en estudiar y disfrutar de la experiencia universitaria». Además, señala que te ayuda a hacer nuevas amistades. «Conocerás a gente de tu misma edad con la que probablemente vayas a la misma universidad y con la que puedes conectar».

Aunque como señala, lo peor son los precios. «Las habitaciones grandes costaban 780 euros al mes y las pequeñas solo 70 euros menos. En ese precio se incluía la limpieza de la habitación, hasta tres comidas al día, el wifi y una zona de estudio» explica Martín, «Tengo que reconocer que ahora que vivo en un piso me sale mucho más económico aunque tenga que hacer más tareas».

Bolsas de alojamiento

Tanto la UMU como la UCAM, cuentan con un servicio llamado bolsa de alojamiento. El objetivo es facilitar la búsqueda de viviendas a los alumnos de la comunidad universitaria murciana.

De esta manera, han reunido en un espacio todas las ofertas y demandas de alquiler en todas sus modalidades. Los estudiantes interesados podrán consultar la información de forma gratuita en un tablón de anuncios del Servicio de Información al Estudiante (SIE) en la UCAM o desde la misma web de cualquiera de las universidades.Para los alumnos del extranjero existe una base de datos separada que actua de igual forma.