Los 'hostels' son viviendas de bajo precio y con una ubicación céntrica que han alcanzado una gran relevancia entre los jóvenes. Estas estancias, que se caracterizan por tener unas instalaciones modernas, se han convertido en un punto de encuentro entre muchos viajeros que buscan descansar y socializar en sus desplazamientos.

Aunque la finalidad principal de estos alojamientos es turística, los propietarios de estos inmuebles han observado una nueva tendencia. En los últimos años, se ha incrementado el número de estudiantes, sobre todo alumnos del extranjero, que solicitan los servicios de estas viviendas por periodos de tiempo pequeños.

Así lo explica Emilia Morcillo, gerente de The Cathedral Hostel, situado en la calle Trapería, en pleno centro de Murcia. «Llevamos dos o tres años que sobre finales de agosto y principios de septiembre recibimos llamadas de estudiantes de Francia, Italia o hasta de Japón que van a cursar sus estudios en Murcia pero que aún no han encontrado piso». Aunque, como señala Morcillo, no son huéspedes normales, pues «se quedan un máximo de dos o tres semanas, ya que tampoco les sale rentable quedarse durante mucho tiempo más, y no se establecen con los mismo objetivos que los que vienen a hacer turismo».

A pesar de ello, no son los únicos que acuden a esta alternativa. «También se ponen en contacto con nosotros futuros estudiantes de otras comunidades que aún no pueden entrar en el piso o mientras lo están limpiando, pero estos se quedan menos días».

Además de tener un lugar donde dormir durante unas semanas, la gerente del lugar manifiesta que estos alojamientos son perfectos para relacionarte y conocer a personas de otras culturas. «Algunos estudiantes que han coincidido en el hostal se han hecho amigos y al final han acabado buscando un piso juntos o ayudándose entre ellos», recalca.

Por otra parte, declara que los estudiantes que no son de Murcia aprovechan las actividades y servicios que ofrecen para conocer la ciudad. «Nos piden mapas o que le aconsejemos sitios para comer o cenar, nos preguntan sobre los supermercados o donde se encuentra el transporte público», expone Morcillo. «Además participan en las rutas que hacemos por la ciudad. Se integran con los demás turistas sin problema».