La práctica del voluntariado entre las personas mayores es un fenómeno que continúa al alza en la actualidad. Ya en 2003, un estudio reveló que el 12% de los jubilados ejercían de voluntarios, mientras que una década después este porcentaje llegaba al 55%. ¿Y en el futuro habrá más voluntariado? Un estudio realizado recientemente por la Fundación Pilares advierte de que muchas de las estadísticas sobre voluntariado no tienen «el suficiente refrendo en la práctica real de actividades, por lo que es necesario buscar fórmulas capaces de activar ese potencial».

Son muchas las recomendaciones que indican los expertos a la hora de orientar las políticas y actuaciones destinadas a las personas mayores:

Calidad del empleo

Mejorar la calidad del empleo y la formación para evitar las salidas anticipadas del mercado de trabajo, desarrollando políticas de empleo-jubilación que ayuden a compatibilizar pensión y salario.

Flexibilidad

Incorporar criterios de flexibilidad que permitan a las personas complementar el trabajo con períodos de retiro voluntario para la crianza, los cuidados familiares o los estudios, mitigando así los efectos negativos de la dedicación a los cuidados.

Apoyo familiar

Que los poderes públicos retornen hacia una mayor inversión en medidas y recursos de apoyo a las familias (escuelas infantiles, servicios para las personas en situación de dependencia), que producen muchos puestos de trabajo, y se luche por resolver el nivel de desempleo existente, únicas vías para aliviar el peso excesivo que recae en las familias en general y en estas generaciones en particular.

Formación

Que las empresas y la propia Administración incorporen una oferta formativa sistemática a sus trabajadores que les prepare para planificar y orientar la vida en la etapa que sigue a la jubilación.

Centros Sociales

Apostar por diferentes fórmulas que innoven y diversifiquen los contenidos de los centros sociales para mayores, abrirlos a todas las edades y aprovechar estas infraestructuras para promover desde ellas programas intergeneracionales y de participación comunitaria.

Voluntariado

Desarrollar campañas informativas sobre las distintas modalidades de voluntariado que se ofrecen (no solo las de tipo benéfico asistencial), así como las entidades que las realizan y formas de acceder a las mismas. Apoyar proyectos de participación social y de voluntariado que se ajusten a los conocimientos, experiencia y preferencias de las personas.

Participación cívica

Fomentar que las asociaciones desarrollen iniciativas de participación cívica que logren mayor impacto social, y que se relacionen directamente con la sociedad civil sin estar condicionadas por la obtención de recursos públicos. Asimismo, dar más apoyo desde las instituciones a aquellas organizaciones que promuevan el desarrollo del potencial participativo de la población de estos grupos de edad.