­Hoy, día 1, primer sábado de julio, se celebra en todo el mundo el 95º Día Internacional de las Cooperativas y el 23º Día Internacional de las Cooperativas de las Naciones Unidas. La Alianza Cooperativa Internacional (ACI) lanza un mensaje este año en el que aborda como tema principal la inclusión. Su lema, respaldado por la Unión de Cooperativas de Trabajo Asociado de la Región de Murcia (Ucomur), es que las cooperativas aseguran que nadie se quede atrás. Impulsando así el éxito de las cooperativas murcianas.

La ACI manda su mensaje en un momento en el que la desigualdad de las rentas crece en todo el mundo, aunque es bueno recordar que existen soluciones para ello. El modelo de cooperativa destaca entre todas. Su definición acordada a nivel internacional y su conjunto de principios y valores diferencian a las cooperativas de otros formatos de organizaciones de emprendimiento. Dichos principios establecen que la pertenencia a una cooperativa está abierta sin discriminación a todos los que acepten los requisitos de membrecía. Desde la Alianza recalcan que esa adhesión abierta permite el acceso a la creación de riqueza y contribuye a la eliminación de la pobreza, esto relacionado al principio cooperativo en la participación económica de los integrantes: «Los miembros contribuyen de manera equitativa al capital de la cooperativa y lo controlan democráticamente», indican desde la ACI. Poniendo de manifiesto que las cooperativas están centradas en las personas, no en el capital, no perpetúan ni aceleran la concentración del capital y distribuyen la riqueza de forma más equitativa.

Asimismo, añaden que el acceso abierto que las cooperativas proporcionan se extiende a todos los sectores comerciales, ahí donde el mercado basado en el capital no responde a las necesidades de las personas y éstas eligen organizarse por sí mismas.

La Alianza Cooperativa Internacional señala que más allá de la estructura de no discriminación de la propia cooperativa, éstas también fomentan la igualdad externa a través de su séptimo principio, la preocupación por la comunidad. Dado que están basadas en las comunidades, se comprometen al desarrollo sostenible de éstas, en materia medioambiental, social y económica. Este compromiso se evidencia en todo el mundo en el apoyo de las cooperativas a las actividades de las comunidades, en el uso de proveedores locales para beneficiar a la economía local, y en la toma de decisiones teniendo en cuenta el impacto sobre las comunidades.

Beneficios por todo el planeta

A pesar de su enfoque en las comunidades, las cooperativas también aspiran a llevar los beneficios de su modelo económico y social a todos los habitantes del planeta. La globalización debe hacerse mediante un conjunto de valores similares a los del movimiento cooperativo; de lo contrario, genera más desigualdades y excesos que la hacen insostenible, tal y como hemos visto. Las cooperativas logran resultados no como organizaciones benéficas, sino como organizaciones emprendedoras de autoayuda. Esto les ha permitido crecer en magnitud, a través de estructuras federadas basadas en la comunidad y ofreciendo una creciente variedad de servicios en respuesta a las necesidades de sus miembros. El Observatorio de Cooperación Mundial informa que solo las 300 cooperativas más grandes son responsables de más de 2,5 billones de USD de los beneficios anuales. Más de 250 millones de personas organizan su modo de vida a través de cooperativas. Esto supone creación y distribución de riqueza a un alto nivel de impacto. La pregunta sobre la escalabilidad de las cooperativas se ha respondido de forma aplastantemente afirmativa hace ya mucho tiempo.

Este impacto es uno de los motivos por los que la Unesco ha añadido recientemente a las cooperativas a su lista de patrimonio cultural intangible de la humanidad. La Unesco estableció la lista en el año 2003 para reconocer que la experiencia humana no se define solo por lugares y monumentos tangibles, sino también por prácticas y tradiciones.