Profesionales y artistas jubilados se han revelado contra la normativa legal que les impide realizar más actividad que las tareas marcadas por la rutina doméstica y reclaman un cambio en la legislación laboral que les permita seguir escribiendo, publicando libros y manteniendo su labor creativa sin perder por ello el derecho a cobrar su pensión. Son creadores que no se plantean otra alternativa que morir con las botas puestas, porque no conciben su vida sin hacer lo que han hecho siempre, pero se han visto penalizados por la Seguridad Social, que les niega el derecho a cobrar su pensión al considerar que han continuado en activo sin declararlo. El escritor murciano Pedro García Montalvo, jubilado como profesor de Literatura de la Universidad de Murcia, es uno de los pensionistas que esperan como agua de mayo la reforma legal anunciada por la ministra de Empleo, Fátima Báñez, quien se ha comprometido a ofrecerles una fórmula para compatibilizar la pensión con una actividad remunerada, después de que la Tesorería empezara a reclamarles la devolución de las pensiones cobradas en los últimos cuatro años. Una plataforma en la que también está el humorista Forges ha tratado de sacar adelante la reforma de la legislación española

De la decisión final que adopte el Ministerio dependerá que salga a la luz la novela que García Montalvo tiene «guardada en el cajón desde enero», porque su publicación sería incompatible con el cobro de la paga que recibe desde que dejó la Universidad. El autor asegura que «en Europa solo Bélgica tiene una ley que penaliza» la creación artística de los escritores jubilados. «En los demás países no hay problemas con los creadores», afirmó.

García Montalvo, autor de novelas como ´Una historia madrileña´, llevada al cine por José Luis Cuerda con el título de ´La viuda del capitán Estrada´, o ´El relámpago inmóvil´, su última obra, asegura que la Plataforma ha recurrido a todas las instancias, incluido el Defensor del Pueblo para conseguir que la legislación española introduzca las fórmulas que permitan a los escritores mantener su producción literaria sin incurrir en una incompatibilidad que puede llegar a costarles la devolución del dinero que han cobrado e incluso la imposición de una multa por haber incurrido en una irregularidad administrativa.

«Yo he trabajado 40 años en la Universidad y me he ganado allí una pensión. Lo que haga después está al margen del derecho a cobrar esa pensión», defiende el autor de ´La primavera en viaje hacia el invierno´.

El escritor murciano asegura que si se le plantea la disyuntiva de tener que renunciar a ganar dinero con sus libros para seguir escribiendo no lo dudaría. «A mí me daría igual si me dijeran puedes publicar, pero sin recibir nada», asegura.

Para los sindicatos UGT y CC OO la posibilidad de que los jubilados puedan seguir con las botas puestas una vez que empiezan a recibir una prestación por jubilación resulta irrelevante en un país que todavía sigue contando los parados por millones.

Los máximos representantes de ambas organizaciones en la Región, Antonio Jiménez, secretario general de UGT, y Carlos Bravo, presidente de la gestora de Comisiones Obreras, consideran que en un mercado laboral con una tasa de paro cercana al 20%, «la máxima preocupación de muchos trabajadores es conservar su empleo hasta la edad de jubilación».

Para el dirigente de UGT, «este tipo de medidas se han puesto en marcha, normalmente, en países europeos con tasas de paro muy bajas y una demanda alta de profesionales cualificados. Todo lo contrario de lo que ocurre en nuestro país, donde tenemos la tasa de paro más alta de Europa (sólo estamos por detrás de Grecia) y unas tasas de desempleo juvenil cercanas al 50%». Añade que la compatibilidad «no solucionaría en modo alguno los problemas financieros de la Seguridad Social. El eventual beneficio económico que pudiera derivarse de la medida es altamente dudoso ya que, por un lado, y en términos puramente actuariales, el gasto ocasionado por el pensionista siempre sería mayor al de la eventual cotización o tributación extra que pudiese ingresar».

También el presidente de la gestora de CC OO en Murcia apunta que esta alternativa «se puede plantear de una forma diferente en un país como Reino Unido, que tiene una tasa de paro del 5%», pero no lo ve «razonable con una del 19%», aunque admite que podría abordarse la cuestión «en el marco del Pacto de Toledo». Carlos Bravo señaló que la ministra no ha concretado qué fórmula está dispuesta a ofrecer y recordó que la legislación en vigor ya permite compatibilizar la pensión con la actividad laboral «en el caso de que se cobre menos del salario mínimo, que está en 655 euros al mes» o de que se renuncie a la mitad de la pensión. Citó el caso de los autónomos que han querido mantener actividad, aunque destacó que estas fórmulas no han servido para abaratar los costes de la Seguridad Social.

Carlos Bravo y Antonio Jiménez coinciden igualmente en que «ya existen mecanismos legales que lo permiten con ciertas limitaciones, y que no son precisamente muy utilizados», al tiempo que dejan claro que la prioridad en este momento es garantizar los ingresos y la sostenibilidad de la Seguridad Social.

García Montalvo es consciente de que la prioridad del mundo laboral es asegurar el acceso al empleo, pero considera que «al ser un creador, yo podré ser bueno o malo, pero no me va a sustituir nadie. Otra cosa sería que se trate de un carpintero, pero cada creador es un mundo y no le quita nada a nadie».