Ha sido testigo privilegiado y los ojos de millones de españoles en los grandes acontecimientos históricos de los últimos cuarenta años a través de su trayectoria como corresponsal. Anoche ofreció una conferencia en Murcia dentro del ciclo ´La mirada del hombre´, organizado por la Fundación Cajamar. La experiencia vital y profesional de Rosa María Calaf está marcada por las destacadas fechas y lugares donde ha ejercido como corresponsal internacional en medio mundo. La periodista pronunció una conferencia bajo el título La paz en la guerra y habló de la fina línea que separa el valor de la paz y la sinrazón de la guerra a través de los conflictos reales y los que pudieron pasar.

A pesar de los años que lleva fuera de casa, nunca se ha sentido sola. «Depende mucho de cómo es cada uno, pero en mi caso, como me apasionaba lo que hacía no tenía tiempo de sentir esa soledad. Además, afortunadamente he tenido muy buenos amigos y compañeros», afirma.

Tampoco cree que haya tenido que renunciar a nada por el hecho de haber dedicado su vida a ser corresponsal en los más diversos lugares del mundo. «Siempre he dicho que no, ya que tenía claro que quería trabajar en esto. Me preguntan si no se echa de menos tener una familia y yo no lo echo de menos, porque no he querido eso. He sido extraordinariamente afortunada y si me quejara sería muy ingrata».

Al hablar de conflictos bélicos, considera que existen guerras que no salen en los periódicos. «Hay muchos intereses y determinados países, como el Congo, que no interesan a nadie. También hay países pequeños en los que se vive desde hace mucho tiempo una realidad muy dura y que son indiferentes, como el caso de Somalia, del que sólo empezamos a saber de él cuando comenzaron a secuestrar nuestros barcos».

Rosa María Calaf se muestra pesimista cuando se habla del periodismo de hoy. «Está peor. Cumple menos su función, la del control de los poderes políticos y económicos. Ya no se informa al ciudadano para que tome decisiones adecuadas. Ahora se fomenta una sociedad superficial que sólo piensa en los bienes materiales».

Finalmente, la veterana periodista señala cuál es el perfil idóneo que ha de tener un corresponsal. «Ha de tener muy claro que es eso lo que quiere hacer; estar convencido de que es mucho más que un trabajo, es un compromiso social; y no ser valiente, sino honesto».