Social

Un proyecto busca evitar las adicciones con actividades en huertos urbanos en Cartagena

El Ayuntamiento pone en marcha talleres para ayudar a los jóvenes y potenciar la prevención

Uno de los huertos urbanos de Cartagena, en el barrio de San Antón.

Uno de los huertos urbanos de Cartagena, en el barrio de San Antón. / Ayto. Cartagena

Positive-Lab es una de las grandes apuestas del Ayuntamiento de Cartagena para trabajar en la prevención y reducción del consumo de drogas y las adicciones comportamentales. Se trata de un programa que va dirigido a la dinamización, sensibilización y uso responsable del espacio de ocio y tiempo libre de adolescentes, dotando a agentes clave de la comunidad de estrategias de apoyo, colaboración y detección de situaciones problemáticas, en el marco del Plan Municipal de Adicciones (PMAD)

En concreto, la iniciativa se centra en la importancia de la prevención en el contexto de las adicciones y está orientada hacia los comportamientos de los adolescentes de El Algar y Pozo Estrecho, favoreciendo la adquisición de hábitos de vida saludables, y con la reducción riesgos y del impacto que tiene el consumo sobre la salud en todas sus vertientes, física, mental y social.

Moda y gestión emocional

Así, se han programado una serie de talleres y sesiones dirigidos a adolescentes en un entorno de huerto urbano, enfocando las actividades en temas actuales como reciclaje y reducción de residuos urbanos, alimentación saludable, talleres textiles y moda sostenible, artísticos, mindfullnes, arquitectura sostenible, real fooding, reparación de objetos, deporte al aire libre, gestión del tiempo, gestión emocional, toma de conciencia de su realidad, trueque y economía solidaria, entre otros. 

Dos millones para Servicios Sociales

La apuesta del Ayuntamiento para luchar contra las drogodependencias y, en general, por los Servicios Sociales se refleja en el aumento de presupuesto para este área en dos millones de euros, llegando a los 18 millones. Un presupuesto que contempla la nueva Unidad de Infancia y Adolescencia, en la que es fundamental el trabajo en prevención de adicciones, incluidas las que tienen que ver con el consumo de tecnología, y los programas de salud mental, duplicando la dotación de los programas contra adicciones juveniles y aumentando los programas de divulgación en centros educativos. Las cuentas de la Concejalía también incluyen presupuesto para Mayores, para el Servicio de Ayuda a Domicilio, para la ampliación de plazas de Centros de Día o para potenciar la Igualdad, entre otras inversiones.

El programa está subvencionado por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional de Drogas, a través de la convocatoria de concesión de ayudas económicas a corporaciones locales para el desarrollo de programas de prevención de las adicciones, con cargo al fondo de bienes decomisados por tráfico ilícito de drogas y otros delitos relacionados 2023, siendo su periodo de ejecución hasta 30 de septiembre de 2024.

Trabajo preventivo

De esta forma, este año, atendiendo a las necesidades detectadas a través de la red socio sanitaria, respecto a este tipo de actividades, desde el Gobierno local se ha puesto el foco con este proyecto en el Algar y Pozo Estrecho. Dos localidades en las que los jóvenes y adolescentes locales se van a beneficiar directamente de la iniciativa, pero también lo harán de forma indirecta sus familias, la comunidad y, en general, la población, pues se trata de trabajo preventivo

Desde la concejalía de Servicios Sociales ya ha iniciado la contratación de estos trabajos a través de un acuerdo de 17.938,58 euros para desarrollar los servicios concretos, así como otro de 8.340 euros, a cargo de la Concejalía de Juventud para la realización de los talleres que se deben llevar a cabo.

Objetivos claros

El Plan Municipal de Adicciones busca promover las actuaciones vinculadas a la prevención, así como la coordinación con la Administración pública y las entidades de acción social; reducir y prevenir el consumo y los daños de las distintas adicciones; sensibilizar y concienciar a la población en general, familias y sectores especialmente vulnerables como son menores, adolescentes y jóvenes; y fomentar la promoción de estilos de vida saludable.