Polémica

CEMEX renuncia a su proyecto minero en la zona oeste de Cartagena

La empresa desiste de su investigación al considerar que no es técnica ni económicamente viable

Las catas se iban a llevar a cabo en gran parte en Los Puertos de Santa Bárbara

Las catas se iban a llevar a cabo en gran parte en Los Puertos de Santa Bárbara / Loyola Pérez de Villegas

El pasado 5 de septiembre, CEMEX comunicó que suspendía temporalmente las actuaciones relacionadas con el permiso de investigación minera ‘Paola I’ en el oeste de Cartagena, con la que buscaba puzolana para fabricar cemento, para replantear su alcance. Dicha decisión se produjo tras conocer la nueva información urbanística de la que no tuvo constancia en 2018, año en el que inició los trámites para la obtención de dicho permiso de investigación. El permiso Paola I, que fue aprobado el pasado 24 de abril por la Dirección General de Energía, Actividad Industrial y Minera de la Región, faculta a la compañía para realizar labores de reconocimiento minero del subsuelo de la zona oeste de Cartagena. Aun cuando dicha resolución ha sido favorable, la empresa afirma que la aprobación se produjo en unas circunstancias sustancialmente diferentes a las conocidas y consideradas inicialmente.

Una vez finalizado el análisis de la nueva situación, la compañía considera que “no está suficientemente asegurada la viabilidad técnica y económica de una futura explotación de puzolana” y, en consecuencia, CEMEX no continuará con el proyecto de investigación Paola I. Como la compañía ha venido explicando, el uso de puzolanas y otras materias primas en la fabricación de cemento “está considerado por la Unión Europea dentro de las mejores técnicas disponibles para la descarbonización del sector de la construcción”, entre otros motivos, por su capacidad de reducir la huella de carbono del cemento y de sustituir el consumo de otros recursos naturales. Para CEMEX representa una de las líneas clave para esta transición, en la medida en la que permite reducir de manera significativa sus emisiones de CO2 para cumplir con sus ambiciosos objetivos y metas intermedias.

Esta decisión ha sido trasladada en el día de hoy a la Dirección General, órgano sustantivo con el que la compañía ha mantenido una comunicación permanente, así como a la junta directiva de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Cartagena y Comarca ‘Fernando Garrido’ (FAVCAC), a quien la compañía ha reiterado su agradecimiento por el foro de diálogo establecido entre ambas organizaciones para compartir información completa y veraz, al mismo tiempo que conocer y debatir las inquietudes de las asociaciones vecinales representadas en dicha federación.

De hecho, la oposición vecinal ha sido clave en todo el proceso, al no ceder ni un milímetro sobre su planteamiento inicial de impedir el proyecto por la afección que supondría para la zona. Un posicionamiento compartido por asociaciones naturalistas y por grupos políticos. Todos se han postulado en contra del proyecto, tanto desde la oposición, con MC Cartagena como punta de lanza, como desde el Gobierno local. De hecho, una moción en el pleno aprobó hacer todo lo posible para impedir la investigación.

Consideraciones de la empresa

En el ámbito de esta decisión, la compañía también ha subrayado en su reciente conversación con la junta directiva de la FAVCAC los mensajes, propuestas y ofrecimiento que ha venido compartiendo desde su primera reunión del pasado 17 de agosto, aclarando la información falsa o errónea que se ha difundido en diversos medios y foros:

1. Futuro en Acción: el proyecto de investigación Paola I, así como cualquier otro proyecto de CEMEX relacionado con la identificación y la posterior gestión sostenible de recursos naturales se enmarca en su estrategia ‘Futuro en Acción’. Futuro en Acción es el programa global de CEMEX para alcanzar la excelencia en sostenibilidad a través de la acción climática, la circularidad y la gestión de los recursos naturales, con el objetivo principal de convertirse en una empresa con cero emisiones netas de CO2. En dicho proceso, la empresa contribuye al desarrollo económico, la creación de empleo de calidad y a la generación de un impacto ambiental neto positivo en los territorios y entornos en los que está presente. Dentro de este compromiso, la compañía continuará promoviendo y desarrollando proyectos que favorezcan la transición hacia una economía baja en carbono, en línea con los objetivos establecidos por la Unión Europea.

2. La importancia de las puzolanas: con el claro objetivo común de reducir las emisiones de CO2 y promover una construcción más sostenible, el proyecto Paola I en la zona oeste de Cartagena tiene como base conceptual la extracción y transformación de las puzolanas siguiendo los estándares y los criterios más exigentes para la preservación del patrimonio natural y cultural, la calidad ambiental y su entorno social.

3. Minería responsable y sostenible: en la actualidad, las explotaciones de piedra industrial se diseñan y trabajan de forma ordenada y armónica con el medio natural y el marco social en el que se han de llevar a cabo. Los proyectos, planes y labores de investigación, explotación y restauración están sujetos y tutelados por normativas muy exigentes con el cuidado del paisaje, los socio-ecosistemas y la economía local. Una nueva cantera, con un diseño actual, no solo no debe representar una amenaza para una comarca, sino que puede ser una gran oportunidad. A fin de poder explicar y demostrar esta forma de concebir y gestionar de manera responsable la actividad minera, CEMEX ofreció a FAVCAC la posibilidad de visitar varias canteras de la compañía en España que son un claro ejemplo de ello.

4. Diálogo con los grupos de interés: para asegurar lo anterior, la empresa aboga por un diálogo, la participación y acuerdos con la sociedad en general, asociaciones conservacionistas y, por supuesto, autoridades. Los objetivos y resultados de los proyectos deben considerar el interés general. Por ello, la compañía trabaja en todas sus explotaciones con estas premisas e insiste en que el proyecto de investigación Paola I una no es una excepción ni para CEMEX ni para la industria extractiva en su conjunto.

5. Compromiso ambiental: en el marco de las reuniones que la compañía mantuvo con las autoridades regionales y locales antes del iniciar la tramitación del permiso Paola I en 2018, la compañía manifestó su compromiso por asegurar la adecuación del futuro proyecto de investigación a las distintas figuras y zonas de protección ambiental, entre los que destacan la Red Natura 2000, el plan de recuperación del Garbancillo de Tallante, el PORN del Plan de Recuperación de La Muela, Cabo Tiñoso y Roldán, los hábitats terrestres de interés comunitario, el Corredor Ecológico y el Plan de Recuperación del Águila Perdicera. Dicho compromiso se refleja en el ‘Estudio de Repercusiones sobre la RED NATURA 2000 del Proyecto de Investigación de Recursos de la Sección C) de la Ley de Minas, denominado PAOLA I nº 22.413 para puzolanas en T.M. de Cartagena’, del que se concluye la compatibilidad del permiso de investigación con dichas figuras de protección ambiental.

6. Cumplimiento normativo: aclarado este nivel de compromiso ambiental y social de CEMEX desde la fase inicial de concepción del proyecto, que supera el mero cumplimiento normativo, la compañía ha velado en todo momento por el estricto respecto legal en todos procesos y requisitos derivados de la normativa vigente, lo que considera el mínimo imprescindible en todos los proyectos que promueve o desarrolla.

7. Invitación para conocer las canteras de la empresa: en el marco de la gestión empresarial de CEMEX, la compañía tuvo ocasión de trasladar a la FAVCAC su interés y voluntad de presentar a los vecinos de la zona Oeste de Cartagena, una vez completada la investigación autorizada, un proyecto de explotación capaz de alcanzar un consenso social por su contribución e impacto neto positivos.

8. La presencia y apuesta de la compañía en Cartagena: como ha podido aclarar en varias de las reuniones mantenidas con representantes de la administración regional, local y vecinal, algunos de los activos que CEMEX adquirió en 1992 fueron puestos en funcionamiento en la década de los 60. A su llegada a España, la empresa gestionó dos terminales portuarias en los Muelles de Santa Lucía y en la Dársena de Escombrera. Asimismo, la compañía realizó a principios de los 2000 una inversión en la misma dársena de Escombreras que superó en su conjunto los 40 millones de euros. Una molienda de clínker para fabricar y distribuir cemento desde Cartagena que, como consecuencia de la gran crisis de 2008, se vio abocada al cese de actividad pocos años después. En este sentido, la mercantil siempre se ha sentido un miembro activo y comprometido en la Región de Murcia y, años después, ha planteado una nueva inversión progresiva en este territorio.

En definitiva, la compañía ha querido dejar constancia, en todas y cada una de las conversaciones mantenidas desde hace meses, que es una compañía global y centenaria, que busca la excelencia operacional y ambiental, está presente en España desde hace más de tres décadas y actualmente opera más de un centenar de centros productivos y otros centros de trabajo a lo largo de la geografía nacional. Como empresa líder en las geografías en las que está presente, quiere seguir siendo merecedora del respeto y la confianza de sus grupos de interés por su estrategia de gestión empresarial responsable, especialmente en lo que a la actividad minera se refiere.

En el portafolio de CEMEX se incluyen canteras con proyectos de explotación y planes de restauración que, además de garantizar el referido cumplimiento normativo estricto, ofrecen propuestas y soluciones con un impacto neto positivo para el territorio. Canteras con proyectos que han recibido premios y reconocimientos nacionales e internacionales y, por su carácter pionero e innovador, han servido de ejemplo para el diseño de otros proyectos en la industria.