Arranca la demolición del restaurante Katy de Cabo de Palos

Tras dos años en estado de ruina y cuatro después de su cierre, por fin han comenzado con las labores de demolición del restaurante Katy de Cabo de Palos. El proceso llevaba paralizado desde junio del año pasado, fecha en la que la Concejalía de Urbanismo impuso una orden de derribo debido a la "situación de ruina inminente y el riesgo que suponía para los transeúntes" el estado de la infraestructura. El Ayuntamiento dio 48 horas a los propietarios, pero finalmente no se produjo la actuación.

"Estos no se dieron por enterados ya que, el ser muchos, notificarlos a todos fue muy complicado", según han explicado fuentes municipales consultadas por La Opinión. Entonces el Consistorio publicó el decreto a través de un edicto en el Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM), cumpliendo con así la normativa. "Fue entonces cuando a Urbanismo llegó el rumor de que algunos propietarios estaban amenazando con recurrir el decreto de demolición, razón por la cual los abogados aconsejaron al Ayuntamiento esperar a la sentencia del juez.

Asimismo para hacer efectivo el derribo, faltaba la autorización de la Demarcación de Costas, pues el terreno está en dominio público marítimo, que finalmente ha concedido. Ante la situación, el Ayuntamiento afirma que los dueños han decidido no presentar finalmente el recurso contencioso-administrativo. Un hecho que ha desmentido una fuente de la familia Martínez Conde, propietarios en gran parte del antiguo restaurante, que se ha puesto en contacto con este diario y que asegura que "no se ha desistido en el recurso". Asimismo, destaca que "fue el Consistorio el que decidió paralizar la demolición y no los propietarios".

"Por fin la propiedad está demoliendo la estructura del antiguo restaurante Katy de Cabo de Palos, que sin duda estaba en una situación ruinosa, tal y como manifestó el Ayuntamiento el año pasado. Entendemos que es una buena noticia para Cabo de Palos, fundamente por la seguridad de los vecinos, pero también por la mala imagen que desprendía esa estructura ruinosa en un lugar de tanto tránsito", ha declarado al respecto la vicealcaldesa y concejala de Urbanismo, Ana Belén Castejón.

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El local cerró sus puertas de manera definitiva en noviembre de 2019, después de que los propietarios, consiguiesen una orden de desahucio para echar a quienes llevaban el negocio desde hacía seis décadas.

Casi dos años después, en septiembre de 2021, debido al poco cuidado, el local se encontraba en un estado avanzado de deterioro y abandono. Tras una inspección por parte de Urbanismo, los técnicos municipales pudieron constatar que una de las vigas del interior del local se encontraba gravemente afectada y que algunas del exterior se habían desprendido y no se encontraban debidamente sujetas. En la zona de terraza también constataron el desprendimiento de algunos de los carteles del restaurante. Como consecuencia, la Concejalía tramitó un expediente en el que solicitaba como medidas cautelares el desalojo y precintado del local y su terraza.

Tras una nueva inspección de la parcela el pasado mes de mayo, los servicios técnicos del Ayuntamiento cartagenero pudieron constatar que el edificio estaba en situación de ruina inminente, lo que podía suponer un riesgo para los viandantes, de modo que emitieron a los propietarios el expediente de demolición.