El pasacalles y la quema de Don Carnal ponen el broche final a la fiesta en Cartagena

Los carnavaleros ya guardan sus ostentosos trajes de lentejuelas y plumas. El color, la luz, la música abandonan las calles tras 11 días de baile y desenfreno. ‘El Sevilla’, vestido de dinosaurio, fue el encargado de dar el pistoletazo de salida en un pregón que cargado de humor que tenía escrito en un rollo de papel higiénico: «Es un placer estar en esta maravillosa ciudad, la capital de la Región, según me han comentado», decía el líder de los Mojinos Escozíos.

El pasado sábado miles de personas abarrotaron las calles para disfrutar del gran desfile, en el que unieron fuerza 36 comparsas. Y ayer las llamas engullieron a un Don Carnal más colorido que nunca para pasar su testigo a Doña Cuaresma y poner fin a un Carnaval que este año se ha vivido más en las calles que otros años.

Antes de eso, un modesto pero vistoso pasacalles deslumbró por última vez a cartageneros y turistas. Este partió de la plaza Juan XXIII a las 19.00 horas al son de la música.

A su paso por la calle Santa Florentina, calle del Carmen, calle San Roque, Sagasta, Puertas de Murcia, plaza San Sebastián y la plaza del Ayuntamiento, fue arrastrando consigo a cientos de personas hacia la carpa ubicada en el puerto. Una Plaza Mayor que este año se ha convertido en uno de los escenarios principales del Carnaval, con una gran carpa que ha acogido espectáculos y en la que se han ubicado barras en las poder tomar algo.

Entonces, sobre las 21.00 de la noche tuvo lugar la entrega de premios a chirigotas, grupos coreográficos y ‘drag queen’. El acto estuvo aderezado con la degustación de las ‘tetillas’ de Doña Cuaresma y las ‘pelotas’ de Don Carnal. Tras la quema de este último en una falla de cinco metros de altura, el tronar de un gran castillo de fuegos artificiales puso el broche final al Carnaval.