Nueva obra a la vista en el municipio. En esta ocasión se trata de un lavado de cara a la plaza Juan XXIII, uno de los principales puntos de acceso peatonal entre el Ensanche y el Casco Histórico. El objetivo del Gobierno es el de hacer un espacio “más diáfano, en el que el peatón sea el protagonista”, según explicó la alcaldesa, Noelia Arroyo, de modo que se limitará el tráfico de vehículos por esa zona, aunque “sin que se pierdan servicios que impidan que el comercio y la hostelería tengan un mayor número de usuarios”.

Para ello, se hará una renovación integral del pavimento, pues actualmente está levantado en algunos puntos a causa de las ramas de los árboles. Desaparecerán aquellos elementos que “obstaculizan el paso de los peatones, como parterres y una línea de contenedores, que irán soterrados”, según aseguró la primera edil  También desaparecerán los bordillos; se retirarán las farolas actuales, de modo que los puntos de luz se concentrarán en 10 báculos; y se instalarán bancos curvos y las primeras papeleras compactadoras de Cartagena.

En cuanto a la ordenación del tráfico, el Gobierno ha detectado que actualmente la zona presenta “un problema de saturación de vehículos, ya que a menudo aparcan en zonas prohibidas y en las aceras”. Para corregirlo, eliminarán la rotonda,  así como los puntos de conflicto que se producen en el cruce de la calle Juan Fernández con las calles Carlos III, Ronda y San Juan. En concreto, según ha explicado el jefe de Infraestructuras del Ayuntamiento de Cartagena, Vicente Pérez, “se van a prohibir los giros hacia la plaza Juan XXIII, pues generan problemas y ralentizan el tráfico”.

Las obras comenzarán “en torno a un mes o un mes y medio”, según explicó la regidora, que garantizó que “tras la Navidad las máquinas ya estarán trabajando”. Se va a actuar sobre una superficie de más de 9.000 m2, que se extiende desde la calle de Carlos III, hasta el cruce de la calle Canales con la calle de La Palma. El espacio entre la calle Ronda y la calle Salitre será totalmente peatonal, aunque se mantiene el tráfico desde la calle Ronda hacia calle de San Juan y desde Salitre hacia calle del Parque, “para asegurar todos los flujos actuales de tráfico”, detalló la alcaldesa. De este modo, la actuación permitirá conectar peatonalmente la calle Santa Florentina con la plaza.

En la zona en la que se encuentra el foso no entra dentro de este proyecto, “ya que la financiación acordada no lo permite”, aunque “el Gobierno no descarta actuar en esa parte, si tras la remodelación queda como un parche, en futuras fases”, según aclaró Arroyo.

Será el color del pavimento el que diferencie la zona para paso de vehículos, que estará delimitada por jardineras y quedará marcada por luces led desde el suelo. Asimismo, se va a mantener todo el arbolado de la zona, incluido el ficus central de la rotonda. Junto a este se ubicará una fuente seca a ras de suelo de 21 chorros de agua que alcanzarán el metro y medio de altura y que contará con iluminación. 

Renovación de las redes de saneamiento

Asimismo, se renovarán las redes de saneamiento y suministros de agua potable de la plaza y su entorno (calle Canales y otras aledañas), que han quedado obsoletas por su antigüedad y deben ampliar su capacidad por la construcción de nuevos edificios, que ha multiplicado el número de usuarios. “Los colectores de agua actuales tienen una capacidad limitada para los episodios de lluvia intensa y las tuberías, de fibrocemento y en algunos tramos de hierro, tienen 40 años de antigüedad”, explicó el jefe de Infraestructuras. 

La obra está valorada en cerca de dos millones de euros y se financia con cargo a las inversiones previstas por el servicio de agua. La empresa Hidrogea realizará la contratación aplicando procedimientos de contratación con competencia y bajo la supervisión de los servicios municipales, como se hace en todo el proceso de licitación. 

El cálculo inicial es de seis meses para la finalización de las obras, pero los técnicos del Ayuntamiento consideran que ese plazo puede recortarse sustancialmente. Además, los trabajos van a organizarse para reducir las molestias al mínimo y que durante toda la obra sigan siendo compatibles los usos actuales.

Reuniones con colectivos para matizar detalles

Para llevar a cabo el proyecto, el equipo de Gobierno se ha reunido previamente con COEC, Hostecar, la Cámara de Comercio, Centro Comercial abierto y representantes de la Asociación de Vecinos del barrio San Diego Casco Histórico para tratar los detalles del proyecto y poder perfilar ciertos asuntos que los atañen directamente en relación con la ordenación de la plaza. El proyecto como tal ya está terminado, sin embargo hay algunas cuestiones, como la ordenación del tráfico, de los aparcamientos y zonas de carga y descarga, que el Gobierno seguirá “matizando y mejorando” con la aportación de todos los sectores implicados. Por ello, en las próximas semanas se reunirán también con el colectivo de taxistas, floristas y demás sectores que podrían verse implicados en el proyecto.