El centro comercial Mandarache, junto a la plaza Severo Ochoa, va a poder convertirse finalmente en el centro de ocio que siempre quiso ser, aunque con unos dueños distintos. Parque Mediterráneo ha firmado con la institución financiera inglesa que es la actual propietaria la opción de compra que se materializará en adquisición definitiva en las próximas semanas, cuando se aseguren a través de las certificaciones oportunas que está libre de cargas.

La negociación, que ha sido «muy dura», según un portavoz de Parque Mediterráneo, concluyó hace apenas unos días, cuando los representantes legales de ambas compañías llegaron finalmente a un acuerdo.

Una vez que se cierre definitivamente la compra, Parque Mediterráneo empezará de inmediato a reactivar el área comercial, que nunca ha llegado a funcionar al cien por cien debido a distintos problemas que se vieron agravados con la crisis económica. De hecho, la galería superior de Mandarache tiene prácticamente todos sus locales comerciales cerrados y sólo funcionan de manera aceptable los cines y apenas dos o tres locales de restauración. El resto de negocios que se han intentado abrir en este espacio ha acabado fracasando porque la afluencia de público no era la suficiente, entre otras cosas.

Los propietarios de Parque Mediterráneo quieren darle la vuelta a la tortilla totalmente. De hecho, una de sus principales actuaciones sería dotar a la galería superior de bares y discotecas con el fin de crear una verdadera zona de ocio a la que acudan los cartageneros a disfrutar de su tiempo libre.

«Se trata de un concepto de centro de ocio integrado que ya funciona muy bien en otros puntos del país, como Madrid», señalaron las fuentes citadas.

El resto de locales comerciales ubicados en la zona exterior se ocuparían después, «aunque sin duda el núcleo deberá ser un gran supermercado», precisaron las mismas fuentes, que consideran que una de las causas por las que fracasó Mandarache fue la sensación de los potenciales clientes de estar «en medio de la nada». De hecho, Mandarache abrió sus puertas seis meses antes que Espacio Mediterráneo y, pese a que el primero está ubicado en el casco urbano, tuvo mucho menos éxito que el que se va a convertir en su propietario aunque éste se ubicase finalmente junto al parque empresarial Cabezo Beaza.

Los futuros nuevos propietarios de Mandarache son conscientes de que el trabajo para resucitar el centro comercial «va a ser muy duro» y que no se podrá hacer «de un día para otro». De hecho, calculan que en dos o tres años se podría hablar de una zona de ocio totalmente recuperada y con los locales funcionando.

En los locales de Mandarache se han instalado negocios de todo tipo, desde tiendas de bricolaje, hasta comercios de electrónica, e incluso la multinacional Virgin quiso montar uno de sus gimnasios, aunque finalmente el proyecto se vio frustrado.

Ahora, la intención de los nuevos dueños del centro comerical es que estas situaciones no se repitan.