España es uno de los países en los que más personas viven en comunidades, lo que todos conocemos como bloques de pisos, en los que la convivencia no siempre es fácil, debido a que convergen los intereses de demasiadas personas.

Una de las maneras de quejarse en estos lugares es pegando carteles, pues algunos edificios son tan grandes que ni siquiera llegamos a saber quién es el responsable de esa conducta que nos está molestando tanto.

El caso de los gatos bufadores

Entrando en Twitter vemos uno de esos carteles, en los que uno de los vecinos se queja amargamente sobre unos gatos que han bufado a su hija de dos años, de forma que la pobre niña ahora tiene miedo de bajar al garaje a subirse en el coche.

Parece que los culpables son otros vecinos del mismo edificio, que han visto que los gatos están abandonados y les dan de comer en la cochera, por lo que el padre de la pequeña les solicita que se los lleven a su casa y pide respeto.

Respuestas para todos los gustos

En Twitter, hay respuestas para todos los gustos, lo que al final refleja lo mismo que ocurre en una comunidad, en donde cada uno piensa de una manera y es imposible ponerse de acuerdo.

Muchas personas dicen que el padre tiene razón y que los gatos no pueden estar ahí, llegándole a darle soluciones que son auténticas barbaridades e incluso constitutivas de delito.

Otras personas dicen que la culpa es del que ha colocado el cartel, por educar de esa manera a la niña y permitir que se asuste por dos gatos, puesto que le achacan estar contribuyendo a que la pequeña sea “de cristal” cuando sea más mayor si ahora llora por unos gatos.

Incluso ponen en duda la historia, puesto que lo normal es que este tipo de animales salgan huyendo en cuanto ven a alguna persona extraña, pues por desgracia los suelen maltratar.