«¡Sí, sí, sí, la segunda ya está aquí!». Entre cánticos esporádicos celebró ayer la segunda estrella Michelin el equipo del restaurante La Cabaña de la Finca Buenavista, situado en El Palmar. Conocieron el resultado el miércoles por la noche, pero la emoción y el entusiasmo tardará en marcharse de la cocina de Pablo González-Conejero, que llegó ayer por la tarde a la pedanía murciana, sin apenas haber dormido, de Tenerife, donde se celebró la gala de la Guía Michelin 2018.

«Hace mes y medio, cuando me invitaron a la gala, sospeché algo, pero nada era seguro porque invitan a cocineros, que incluso cocinan para el evento, a los que no les dan estrella. Yo no sabía nada. Ha sido como un sueño», expresó ayer en una rueda de prensa celebrada en su restaurante el chef, quien añadió que este mes de noviembre ha sido «muy duro» para él por la presión y las expectativas. «A veces salía a las cinco de la mañana a correr para despejarme». Su equipo, que se mostró con una sonrisa en todo momento, ni siquiera sabía que Pablo González había sido convocado para acudir a la gala, el cocinero decidió callárselo, por lo que para ellos la sorpresa fue aún mayor.

Aunque ayer por la noche cerraron el restaurante para celebrar la segunda estrella Michelin todos juntos, durante la mañana ofrecieron un servicio normal. Así se refleja el espíritu de Pablo González, quien asegura que nada va a cambiar. «No me han dado otra estrella esperando a que haga algo, sino por la trayectoria. Sería absurdo cambiar la cocina. Evolucionaremos como evoluciona todo, en la misma tónica que hasta ahora», explicó el chef. Lo mismo ocurrirá con el precio de la carta, sobre el que aseguró que no va a ser modificado. «Entiendo que le preocupe a la clientela. Hemos recibido como unas veinte llamadas hoy de personas que habían reservado antes de que se supiera esto, preocupadas por si cambiaba el precio».

«Estamos muy contentos, muy satisfechos. Nadie puede hacer algo por sí solo y lo que peor me sabe es que se personalice en mí. La experiencia que hemos conseguido crear entre todo el equipo es espectacular», apuntó González-Conejero, queriendo realzar en todo momento la labor del personal, tanto de cocina como de sala.

El chef destacó que contar con un restaurante con dos estrellas Michelin «para la Región es un disparate. Es inolvidable ver en la enorme pantalla que anuncia las estrellas el nombre de la pedanía de El Palmar, al lado de Madrid o Barcelona».

Sobre si espera una tercera estrella, el cocinero se muestra contundente: «El camino no es estar pensando en una tercera. Hay que seguir trabajando, hacerlo todos los días lo mejor posible. Mañana vienen clientes y hay que ofrecerle lo mejor. Si en un futuro cae otra será porque seguimos haciéndolo bien».

La familia del chef, su mujer y sus tres hijos, lo recibió con un abrazo y palabras de de enhorabuena, visiblemente emocionados.

«Más que cocina hacen arte»

«Más que cocina hacen arte»El presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, recibió, junto al consejero de Turismo, Cultura y Medio Ambiente, Javier Celdrán, a Pablo González.

El presidente, que conoció personalmente y felicitó a todo el equipo, afirmó que en La Cabaña «más que cocina hacen arte». También aprovechó para agradecer al restaurante «poner en el mapa gastronómico de España a la Región» y su «compromiso con la comunidad. «Hacen que seamos un referente».