´Querer y que te quieran. ¿Te parece poco?´ Con este lema la Fundación Jesús Abandonado de Murcia lleva años reclamando la solidaridad de los ciudadanos para seguir con su inestimable labor de acogida y ayuda a los más necesitados, un colectivo que con la crisis ha aumentado hasta alcanzar cifras insoportables. Vuelvo a insistir en que lo único bueno de esta crisis ha sido el resurgimiento de la solidaridad ciudadana, de la que Jesús Abandonado es un claro exponente. Pero no sólo a la hora de cubrir las necesidades básicas (comida o alojamiento), también otras no materiales como combatir la soledad y sentirse querido. De ahí el lema de la Fundación. Y es que, en muchas ocasiones, hay vacíos que ni una buena comida y una cama logran llenar. A veces, un abrazo es la gasolina necesaria para mantener el motor de una vida. No puedo evitar recordar la escena final de la película ´Soldados de Salamina´ en la que el soldado protagonista, ya anciano y exiliado en Francia tras la Guerra Civil, pregunta a la periodista que va a narrar su historia si puede abrazarla porque «hace muchos años que no abrazo a nadie». Y ese abrazo tiene para él más valor que cualquier medalla.