La niña de 11 años que dio a luz en Murcia va a recibir atención psicológica específica para menores que han sufrido abusos sexuales, confirmaron fuentes de la Consejería de Familia.

La pequeña lleva desde el pasado martes (cuando recibió el alta del Virgen de la Arrixaca) viviendo con una familia de acogida. El plan se llama 'familia ajena'. Y no implica que se corte todo vínculo con sus padres biológicos: si los profesionales que atienden ahora a la menor lo ven óptimo, podría tener contacto con sus parientes.

La directora general de Familia y Políticas Sociales, Miriam Pérez, explicó que "los menores no reciben asistencia psicológica en su domicilio, sino en el lugar donde se preste en función de quien la ofrece: centro de salud mental, psicólogos del Proyecto Luz, psicólogos de Pedimed... Otra cosa es el seguimiento que se hace en por el equipo técnico, que se puede realizar en el domicilio y fuera de él".

"Respecto a las familias biológicas, se realizan varios contactos para valorar la situación, informar en su caso de las medidas adoptadas, realizar planes de intervención...", aseveró Pérez.

Se da la circunstancia de que esta niña en cuestión se quedó embarazada de su propio hermano, tal y como parece tener claro la Policía Nacional. Los investigadores ya tomaron declaración al joven padre (de 14 años ahora, de 13 cuando se produjo la relación, por lo que es inimputable) y, no obstante, están a la espera de lo que diga el ADN. El resultado puede tardar semanas o incluso meses.

Preguntada por cuánto tiempo ha de pasar para que se decida si la niña vuelve con sus padres o no, "no hay tiempos establecidos de intervención porque depende de muchos factores: implicación de los padres, edad de los menores, existencia de otros familiares, apoyos... puede oscilar desde unas semanas hasta meses", destacó la directora general al respecto.

Insistió en que "se realiza un programa de intervención familiar con la familia de origen, basado en los motivos por los que se adoptó la medida de protección, y orientado a la incorporación de los menores a su familia, siempre que ello sea posible".

"En el caso de imposibilidad de retorno, se valoran otras posibles alternativas tales como acogimientos con familia extensa o ajena que puede tener o no fines de adopción", dijo la directora general..

Asimismo, "hay que señalar que en nuestro trabajo se tiene en cuenta la opinión de los menores, siempre en el caso de que sean mayores de 12 años y, si son menores de esta edad, cuando tengan suficiente madurez", especificó.