La Comunidad ha asumido la guardia provisional de la niña de 11 años que recientemente dio a luz en el Virgen de la Arrixaca de Murcia, confirman fuentes de la Consejería de Familia.

Asimismo, la Comunidad también se hace cargo de la tutela del bebé, un varón.

Está previsto que hoy la pequeña reciba el alta del hospital donde dio a luz. La Policía Nacional se hizo cargo del caso para tratar de esclarecer si el embarazo fue consecuencia de un abuso sufrido por la menor. No obstante, parece confirmarse lo que dijo el padre de la afectada: el bebé es fruto de una relación entre la niña y su hermano, de 13 años en el momento de los hechos y, por tanto, inimputable.

La familia reside en la capital murciana. Con vistas al bienestar de la joven madre y de su hijo, ahora estos pasarán a vivir tutelados por los Servicios Sociales. La Policía tenía previsto volver a hablar hoy con la niña, con el fin de confirmar su versión de lo ocurrido.

La familia mantuvo en todo momento que no tenía ni idea de que la niña estaba en estado. De ser así, habría pasado todo el embarazo (de riesgo, dada su corta edad) sin una sola revisión médica.

Los responsables del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca de la capital murciana siguieron el protocolo que se marca para este tipo de casos e informó al juzgado de guardia de lo que había ocurrido.

Como centro propio, la Comunidad tiene la Residencia Infantil Santo Ángel, con 12 plazas, que atiende a personas de 6 a 18 años.

Los demás son centros concertados, muchos de ellos llevados por monjas, como las Hermanas Franciscanas Purísima Concepción y las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul. En los centros concentrados se suman 179 plazas más, según los datos que aparecen en la web de la Comunidad Autónoma.

La citada página indica que en los centros se llevará a cabo el «cuidado de la salud física y psíquica del menor», así como la «realización de un estudio diagnóstico interdisciplinar de la situación y de las necesidades del menor acogido».

Mientras tanto, la investigación de la Policía Nacional sigue abierta. Los agentes del Grupo de Menores (GRUME) prevén volver a tomar declaración tanto a la joven madre como a sus parientes. La hipótesis que se mantiene es la que la familia ha dado, por el momento: que el bebé es fruto de relaciones sexuales entre dos hermanos. El padre del recién nacido tendría 13 años (ahora ya 14) en el momento de producirse la relación sexual, por lo que sería un menor inimputable.

Los investigadores están a la espera del resultado de las pruebas de ADN que confirmen que el progenitor del bebé es el hermano, tal y como ha señalado el padre de la niña.

Las pesquisas continúan en marcha, con el fin de corroborar que la joven madre no ha sido víctima de una agresión sexual, por la cual habría quedado encinta.

Si en el laboratorio se confirma que el recién nacido es hijo de los dos hermanos menores, la investigación se cerraría sin imputar a nadie: no habría delito de agresión ni de abusos, dada la edad del adolescente.