El hospital universitario Virgen de la Arrixaca realizó ayer una jornada de puertas abiertas para la realización de pruebas y detección del Chagas, una enfermedad que dejó hasta el año pasado en la Región un total de 2.000 personas esta diagnosticadas con esta patología, según la Unidad de Medicina Tropical del centro médico de El Palmar.

En esta campaña de 2017, el doctor y jefe de este departamento, Manolo Segovia, especifica que se han centrado en analizar las muestras de sangre de 350 pacientes aproximadamente, en su mayoría de origen boliviano y procedentes de Alhama de Murcia y Totana.

Estos voluntarios se sometieron ayer a una extracción de su sangre para su posterior análisis en los próximos días, cuyo resultado «se les comunicará en una cita estrictamente confidencial dando igual que sea positivo o negativo», explica el experto en esta enfermedad, cuya unidad cuenta con cinco profesionales, de los que dos son facultativos especialistas en Medicina Tropical.

«Se les informa personalmente, y si finalmente tienen el Chagas y decide tratarse, les planteamos un tratamiento, un seguimiento de su estado y una segunda prueba de antígenos diferentes para evitar falsos positivos».

El año pasado, de las 550 personas que se presentaron a las pruebas de la Unidad de Medicina Tropical, resultaron positivas en torno a 50 muestras de pacientes. «El mayor problema de esta enfermedad tropical es la desinformación y la despreocupación. La mayoría de afectados son inmigrantes de zonas rurales de países de Sudamérica que llegan a Murcia con el parásito dentro ya de su cuerpo, pero también hemos tenido casos de murcianos que han ido a zonas de Bolivia o Ecuador y se han infectado, y a niños nacidos en la Región contagiados por su madre».

El doctor opina que en los últimos años si ha existido mayor sensibilización entre los murcianos, «y en esto ha ayudado bastante la inmigración» y considerar a Murcia como la mayor potencia a nivel nacional e internacional en concienciación sobre esta enfermedad, lo que ha ayudado a su vez a crear programas para informar y tratarla.

En Latinoamérica esta enfermedad se transmite, sobre todo, por la picadura de un chinche que se alimenta de la sangre de animales y seres humanos y que se encuentra solamente en América, especialmente en las zonas rurales y con malas condiciones higiénicas.

«El Chagas se mantiene en silencio durante 20, 30 o 40 años, en sus primeras fases suele ser asintomática, pero de repente puede empezar a producirse dolencias cardiacas y digestivas».

Segura admite que todavía pueden quedar murcianos afectados, niños sobre todo, que hayan nacido en la Región y la madre estuviera previamente infectada por esta enfermedad.

«Es importante que quienes sospechen que pueden tener esta enfermedad se sometan a un análisis».