«Puentes, no muros. Por los derechos de las personas migrantes. No a la Europa de la vergüenza. Por políticas migratorias de integración. Las fronteras cerradas matan». Es lo que se leía en la pancarta que desplegaron hoy miembros del colectivo Convivir Sin Racismo durante la concentración que tuvo lugar a las puertas del Centro de Extranjería (CIE) de Sangonera, en Murcia.

Mucha gente joven y también mayores (incluso un anciano con bastón) portaban la pancarta, una de las más llamativas de la concentración. No sólo naturales de Murcia se manifestaron: varias personas de origen africano se sumaron al clamor por los derechos de extranjeros que llegan a la Región, y que se encuentran con una especie de limbo legal.

Los concentrados tienen claro que el CIE es «una cárcel encubierta». Lo vienen denunciando desde hace tiempo, aunque su voz comenzó a sonar más fuerte a raíz de los motines que, a finales del año 2016, comenzaron a producirse en el centro. Estas intentonas de escapada (en las que varios internos consiguieron su propósito de huir) se llegaron a saldar con agentes de Policía heridos.

Situaciones así son, tienen claro los manifestantes de hoy, consecuencia de las condiciones de vida «inhumanas» que los migrantes se ven obbligados a soportar, encerrados sin haber cometido delito alguno. Solamente el de no tener papeles.

«No son delincuentes», se podía leer en un pequeño cartel que sostenía una joven en la puerta del centro, en la manifestación.

Participaron en la iniciativa varias mujeres de credo musulmán, que cubrían su cabeza y cuello con un velo. La polémica por el uso de este pañuelo en Europa también está de actualidad. «Si tocan a un@, nos tocan a tod@s», era otra de las leyendas exhibidas en carteles.

Entre los convocantes, la Asociación de Senegaleses de la Región de Murcia; la Delegación de Migraciones del Obispado de Cartagena; Murcia Acoge; HOAC; Amigos del Alto de Bolivia; Asociación CATS y la Plataforma de Afectados por las Hipotecas-Murcia, entre otros.