El hombre de nacionalidad ecuatoriana, de 33 años, que fue hallado muerto el pasado martes en una pensión del barrio del Carmen llevaba en su interior casi 30 bellotas de cocaína que le ocasionaron la muerte, según ha confirmado la autopsia que se le realizó. Al parecer pudo haber fallecido al explotarle una de las cápsulas de cocaína que había introducido en su cuerpo con la intención de viajar con ellas hasta España, ya que había aterrizado en Barajas (Madrid) poco antes de viajar a Murcia, si bien la policía desconoce por el momento la procedencia de ese vuelo.

Fue un empleado de la pensión 'Campoy' de la calle Diego Hernández, próxima a la estación de ferrocarril de Murcia, el que encontró a las 2:39 horas del pasado martes el cadáver del ecuatoriano. Los servicios sanitarios encontraron al muerto en el cuarto de baño. En la habitación había una mujer de 26 años con una herida en la cabeza, de la que fue atendida allí mismo y no precisó de traslado a ningún centro sanitario, aunque se desconoce cuál era la relación con la víctima, ni la policía lo ha investigado aún.