La concejala de Hacienda, Isabel Martínez Conesa, insiste en que «si todos los ciudadanos pagan y se reduce la morosidad del Ayuntamiento habrá menos presión fiscal». La edil defiende así la gestión tributaria realizada desde que llegó a la Glorieta hace más de tres años y que no ha estado exenta de polémica por las distintas campañas de inspecciones en el IBI, los vados y la tasa de basura, que han reportado a las arcas municipales cuantiosos ingresos de una tacada o por fraccionamientos.