¿Cuándo le dio por la doma clásica?

Es una afición que tengo desde pequeña, porque mi familia siempre ha tenido animales y un padrino mío tenía un caballo, que siempre me habían gustado, al igual que los toros y el rejoneo. Mi padre, con 15 años, me compró mi primera yegua de tanto que le di el follón. Y entonces empecé a trabajar al lado de mi casa, en la yeguada de José Hernández Peñalver ´El Cartagenero´. Me dijeron que si quería ocuparme del cuidado de los caballos, montarlos y que él a cambio me enseñaba. Empezó conmigo desde lo más simple y ahora llevo dos años ganando el Campeonato Regional de doma clásica (2014 y 2016).

¿Y no ha practicado ningún otro deporte?

Sí, siempre he estado haciendo deporte. Me tiré mucho tiempo haciendo natación y atletismo.

¿Hay muchas mujeres que compiten?

En mi modalidad sí salen mujeres, pero seriamente compitiendo solo estoy yo.

¿Y cuántas categorías hay?

Se empieza con las pruebas de promoción, desde categoría alevín, hasta las de adultos, que son para los mayores de 18 años. Y después están las más altas de la Región. A nivel nacional están los grandes premios.

¿Qué hay que tener para practicar doma clásica?

La primera virtud es tener afición y ganas, empeño, sacrificarte y muchas veces dejar tu vida personal a un lado, como en cualquier otro deporte. Y después, económicamente, no es hobby barato, es caro, porque debemos tener en cuenta nuestros gastos y los del animal.

¿Le cuesta mucho dinero esta afición?

Sí, pero no mucho gracias a mi maestro, que me deja sus caballos. Él fue quince veces campeón regional y cuando se retiró le dije que yo quería salir. Como estaba con él todos los días, me había enseñado sus trucos, sus habilidades y sabía cómo iban los caballos, me animó y me ha ayudado mucho. Porque él me ha dejado los caballos, pero de lo contrario no habría podido ya que aquí lo primordial son los animales y tener dinero para mantenerlos.

¿Lleva mucho tiempo domar un caballo?

Según la habilidad del caballo. Hay algunos que te tiras tres meses para enseñarles un simple paso español y a lo mejor no lo consigues, pero otros son super listos y en un mes lo cogen. En la modalidad que yo compito se necesitan años para domar un caballo, y por eso en las pruebas de doma clásica hay categorías según los años del animal. Para llegar al máximo nivel tienes que tirarte un mínimo de cinco años.

¿Usted habla con sus caballos?

Hombre, por supuesto. Solo por la voz o por el perfume, ya me reconocen. Son super listos, te escuchan y te entienden. Cuando hacen una cosa mal, como intentar pegarte un bocado, ellos lo saben y se esconden. Los caballos son animales superdotados. Si los perros son listos, los caballos lo son más. A nosotros nos han traído potros salvajes que a base de caricias hemos logrado que confíen en nosotros, pero ya sabes que si vas de primeras con un palo, entonces salen corriendo. Pero si lo haces bien, en un mes los tienes comiendo de tus manos.

El problema de la doma clásica es que solo tiene visibilidad en los Juegos Olímpicos.

Ahora se está fomentando muchísimo en la Región de Murcia porque la Federación está haciendo muchos concursos. Hace solo diez años había muy poca gente, pero ahora hay ochenta salidas a pista, que es lo máximo. En Madrid y Barcelona se practica mucho, y a nivel económico es todavía más caro que aquí.

¿Cuánto cuesta un caballo?

Puedes comprar uno por mil euros, pero mi jefe tiene también de seis mil. Son como los caballos de las carreras, que cuando ganan algo el precio se dispara. Los de los Juegos Olímpicos los venden por millones de euros. El caballo más caro del mundo de carreras ha sido uno que ha vendido por 17 millones, mientras que los de doma clásica andan por 4 o 5 millones de euros, pero también los hay de 300.000 euros.

Entonces aquí tiene que estar gente de dinero.

Hombre, claro. En Ifepa, por ejemplo, cuando se hace todos los años la feria, vienen caballos de gente con mucho dinero, como la yeguada de Sergio Ramos o la que patrocina las tiendas Mango. Hay muchos empresarios que se meten en este mundo como una inversión.

¿Qué se valora más en los concursos?

Los aires, los movimientos, el buen paso, el trote y el galope, eso es lo primordial. Se empieza con potros de tres años y según los aires y la calidad, el precio del caballo aumenta. Es muy importante que el caballo tenga elasticidad, que los movimientos sean iguales y no pierda el ritmo. Además, tienes que montar una coreografía con música de cuatro minutos, donde tienes que realizar una serie de ejercicios que mandan. Se puntúa la parte artística y técnica.

¿Cuánto tiempo se puede entrenar un caballo diariamente?

Más de dos horas diarias no se le puede dar porque se desgastan mucho las articulaciones. El caballo tiene que estar bien cuidado, no puedes machacarlo porque le salen agujetas y los tendones se les van abriendo. Un buen animal tienes que entrenarlo una hora y algo diaria, dosificándolo, pero más no.

¿No le ha dado por el rejoneo?

Si, estuve yendo una temporada para preparar los caballos, pero los toros me dan un poco de respeto. Una vez me metí a rejonear, pero me dio un poco de miedo porque es algo peligroso.