Si la Liga de Fútbol Profesional se tiró todo el mes de agosto enredando sobre el descenso administrativo del Real Murcia a Segunda División B, ahora es el Tribunal Administrativo del Deporte, órgano controlado por el Consejo Superior de Deportes, el que se empeña en alargar un caso que desde hace ya muchas semanas va por otra vía, la de la justicia ordinaria. Pese a que todo se decidirá en los tribunales, el TAD volvió a dar ayer una vuelta de tuerca más al confirmar la decisión de la Liga de Fútbol Profesional de descender al Real Murcia de forma administrativa por impagos con la Agencia Tributaria. Esta decisión no cambia nada en la batalla entre el organismo liguero presidido por Javier Tebas y la entidad murcianista, y es que la nueva resolución, tomada el pasado 3 de octubre, confirma lo que el Tribunal Administrativo del Deporte decidió el pasado mes de agosto cuando denegó a los servicios jurídicos murcianistas la suspensión cautelar de la sanción de descenso a Segunda B.

Lo más curioso de la intervención del TAD en este caso son sus constantes contradicciones. Si en agosto negaba al Real Murcia la suspensión cautelar y permitía al Bilbao Basket, descendido por la ACB por motivos muy similares a los de los granas, seguir en la máxima categoría del baloncesto español; ahora el órgano creado por Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes y quien se guarda la potestad para elegir a la mayoría de los miembros, confirma la decisión tomada por la Liga el siete de agosto agosto pese a que hace unos días anulaba al club murcianista dos de las sanciones que le habían sido impuestas por la Liga y en las que se había basado la orden de descenso administrativo. Incluso hay otro movimiento del TAD que ya denunciaron los servicios jurídicos del equipo de Nueva Condomina a mediados de agosto, y es que sus miembros se reunían para decidir si daban o no la cautelar a los granas a pesar del primer auto del juzgado número 7 de lo Mercantil tiraba para atrás el descenso ejecutado por la Liga y el propio Real Murcia retiraba el recurso presentado anteriormente ante el organismo del Consejo Superior de Deportes.

De todas maneras, la nueva resolución no cambia nada, porque desde un primer momento el Real Murcia acudió a la justicia ordinaria para defenderse de una situación que considera injusta, y es en los tribunales donde espera que le den la razón definitiva y le permitan recuperar su plaza en Segunda División.

Ayer mismo, fuentes de la entidad, explicaban a esta redacción que lo mejor es que el TAD ya desaparece de esta historia, y a partir de ahora, será tanto el Tribunal Contencioso Administrativo como el Juzgado de lo Mercantil los que tengan la última palabra.

Además, en una nota oficial emitida al final de la tarde, los responsables murcianistas, que hablan de resoluciones « improcedentes y que violan las normas legales aplicables», explicaban que la decisión del Tribunal Administrativo del Deporte «constituye a nuestro juicio, un nuevo dislate jurídico por el que ampararse y así ratificar tan injusta como improcedente sanción impuesta por la Liga de Fútbol Profesional el pasado día 7 de agosto».