El descenso administrativo del Real Murcia vivió ayer un nuevo capítulo. El club grana no ha dicho la última palabra. Jesús Samper y sus asesores siguen luchando por la continuidad del club en Segunda División, aunque ahora la batalla se ha trasladado de la sede de la Liga de Fútbol Profesional a los tribunales. El primer paso que ha dado el propietario del club ha sido recurrir al Tribunal Administrativo del Deporte, el mismo que ayer resolvió un contencioso en favor del Bilbao Basket en contra de su expulsión de la Liga ACB de baloncesto.

El contencioso que ha iniciado el club es una obra de ingeniería jurídica. En estos momentos es una incógnita conocer si llegará a buen puerto o se quedará en el camino, pero el objetivo es que se suspenda cautelarmente la sanción impuesta por la Liga de Fútbol Profesional por la que expulsa al equipo de la Segunda División. Lo que el club grana pretende es que se anule la sanción disciplinaria impuesta el 7 de agosto por la Comisión Delegada de la LFP, que contempla una sanción de 180.000 euros a abonar cuando la entidad reingrese en la Segunda División, en base a que desde el 31 de julio, según comunicó el organismo del fútbol profesional, la entidad murcianista ya no pertenecía al grupo de cuarenta y dos clubes con derecho a participar en sus competiciones. Por este motivo, al ser considerado desde el último día de julio, cuando comunicó que no se aceptaba su inscripción por no cumplir los ratios económicos impuestos por el organismo que dirige Javier Tebas, el Real Murcia entiende que no puede volver a ser sancionado al estar ya fuera de su jurisprudencia.

El Tribunal Administrativo del Deporte ya emitió ayer su primer fallo. En primer instancia denegó la petición de suspensión cautelar solicitada por la entidad murcianista, pero hay una salvedad: le ha requerido que aporte más documentación al expediente para poder emitir un fallo más adecuado a la situación.

Pese a que se considera complicado que la solicitud prospere, en el seno del club se quieren agotar todas las vías posibles para tratar de que el club se mantenga en Segunda División. De hecho, Javier Tebas ya asumió en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Comisión Delegada que entiende que el Murcia agote todas las vías jurídicas: Tebas también dejó claro que espera el recurso del Murcia: «Si hay un órgano judicial y administrativo que nos obligue a cambiar nuestra decisión, lo haremos. Somos respetuosos con los órganos judiciales nacionales. Respetaremos cualquier decisión que se adopte. El Murcia tiene su derecho, y hasta su obligación, de defender sus intereses allá donde crea», indicó el presidente de la LFP. Y en esas está el Murcia, que sigue pendiente de que el Tribunal Económico Administrativo, dependiente del Ministerio de Hacienda, resuelva el recurso que presentó con la decisión de la Agencia Tributaria de no concederle el aplazamiento.

En el supuesto de que el Tribunal Administrativo del Deporte resuelva en favor del Real Murcia, una situación que se conocerá en los primeros días de la próxima semana, tras presentar el club grana la documentación adicional que le ha sido requerida, la LFP se vería obligada a readmitir al club en la competición de Segunda División. Como ya ha invitado oficialmente al CD Mirandés y ya no puede dar marcha atrás, se vería obligada a componer un torneo con veintitrés clubes, una situación que no hasta la fecha nunca se ha dado.

Los servicios jurídicos granas están estudiando las vías contencioso-administrativas a las que pueden recurrir. De momento se ha decidido cómo ni cuándo se emprenderán las mismas. Samper, pese a que personas allegadas le han sugerido que lo mejor sería que abandonara definitivamente el club, no está por la labor. Quiere seguir adelante y por ello están va a plantear toda la batalla jurídica que tenga a su alcance. Mantiene que la próxima semana -martes o miércoles- vendrá a Murcia para reunirse con los futbolistas y también para dar explicaciones públicas.