El UCAM Murcia no pudo celebrar la recién estrenada permanencia en la categoría con una victoria en el Palacio de los Deportes, principalmente porque delante tenía un equipo superior como el FC Barcelona, que lo demostró la mayor parte del tiempo y no sufrió demasiado para mantener bajo control al conjunto local, que finalmente no pudo más que ceder ante el empuje de los de Xavi Pascual, que demostraron que llegan a la Final a Cuatro de la Euroliga en el mejor momento de la temporada.

Tomic, Lorbek, Nachbar, Abrines? Muchos fueron los peligros que exhibió durante el encuentro un Barcelona que no tuvo problema en encontrar la inspiración ofensiva siempre que tenía que apagar un pequeño incendio. Por parte murciana, Davis, Wood, Tillie y Arteaga destacaron, aunque ofensivamente no podían seguir el ritmo. En defensa, no era raro ver a los de Marcelo Nicola desarbolados, ni en individual ni en zona.

El encuentro comenzó a un ritmo endiablado, con dos equipos dispuestos a darlo todo en el plano ofensivo y algo menos en el defensivo. En las primeras posesiones ninguno de los protagonistas estaba dispuesto a desperdiciar una posesión, y los triples entraban uno detrás de otro para intentar avasallar al contrario. El equipo de Nicola aguantó el tipo con dignidad más que suficiente mientras que Wood y San Miguel daban respuesta a la ofensiva encabezada por Abrines y Marcelinho Huertas.

Pero, a la hora de poner en juego toda la artillería, estaba claro que el FC Barcelona tenía más armas, y más grandes, para no dar cuartel en el marcador y obligar a los murcianos a seguir un ritmo que no podían asumir. Encima, no solo tuvo el UCAM la baja del pívot Augusto César Lima, ya que tampoco pudo jugar por molestias físicas el capitán Berni Rodríguez. De este modo, del 8-10 se pasó a un 11-18 con el que el Barcelona se sintió más cómodo. Esa ventaja de 7 puntos la mantuvo durante todo el primer cuarto con Tomic, Lorbek y Abrines superando a sus pares en el uno contra uno con facilidad. Al final del primer cuarto el marcador era de 20-26.

El panorama no cambió para el inicio del segundo parcial. A pesar de que un buen arranque murciano en defensa pilló desprevenido al Barça y permitió, con aciertos de Arteaga, Davis y Kelati, llegar al 26-28, enseguida las rotaciones de Pascual cogieron el pulso al partido y devolvieron la ventaja (con Herzonja y Nachbar como grandes protagonistas). El encuentro se equilibró un tanto, y ahora los dos equipos parecían darle más peso a su defensa. El Barcelona parecía encontrarse cómodo en rentas alrededor de los 7 puntos y el UCAM Murcia no tenía argumentos para volver a apretarle las tuercas en el marcador. Al descanso, con buenas jugadas de Pullen y Lampe, el Barcelona se fue con una renta cómoda: 39-47.

Si ya tenía mala pinta el partido para el UCAM Murcia, el inicio del tercer cuarto acabó por imponer la realidad de uno y otro equipo. En los cinco minutos que transcurrieron hasta que Nicola pidió tiempo muerto, el Barcelona desarboló por completo al equipo local. Los de Xavi Pascual movían el balón de lado a lado con velocidad, y por norma acababan por encontrar en el lado débil de la defnesa murciana el uno contra uno con Tomic o Lorbek en la pintura. Muy superiores, los dos pívots convertían con facilidad ante sus pares y distanciaban irremediablemente en el marcador al equipo contrario, que sólo anotaba por medio de Tillie (los únicos 6 puntos del equipo) y con muchas dificultades (45-62).

Tras el tiempo muerto, con el partido ya prácticamente fuera del alcance del UCAM Murcia, las diferencias se fueron a más allá de los 20 puntos (52-73), principalmente porque la zona que intentó poner en práctica el equipo de Nicola para cortar la sangría no sirvió para más que para que Nachbar y Oleson encontraran cómodas posiciones de tiro en la esquina y anotaran de tres puntos. Para el último acto no quedaba más que contemplar si el UCAM sería capaz de maquillar el resultado o caería aún más en la espiral descendente (52-73).

Pero el equipo de Pascual se aprovechó de una defensa desastrosa al inicio y no tuvo problema para mantener la veintena de puntos de ventaja en los primeros minutos del último acto (58-79). El problema era que el equipo se mantenía en zona de manera precaria, sin organización ni balance, por lo que hombres como Sada penetraban sin apenas oposición. El partido estaba muy de cara para los visitantes y, como suele ocurrir en este tipo de situaciones, los últimos minutos sirvieron para que el UCAM Murcia tuviera su momento de gloria y le diera un mínimo de esperanzas a su afición con una aproximación engañosa en el marcador.

Así, fue el momento de un Radovic que no se dio por vencido y peleó como un jabato en la zona rival, dejando una bonita carta de presentación. Suyos fueron 6 puntos casi consecutivos que, apoyados por el acierto de Davis y Wood, provocaron que incluso el UCAM Murcia bajara de los 10 puntos de desventaja (70-79). El Palacio de los Deportes tenía gana de fiesta y apretó para ver hasta dónde era capaz de llegar su equipo ante un rival tan fuera de su alcance, pero finalmente Lampe y Pullen cerraron el marcador en el 72-84 final.