Los grandes maestros de la pintura vistos por Ramón Gaya y el propio artista murciano entre los grandes maestros. Eso es lo que se contemplará en la exposición que abrirá sus puertas el mes próximo en el Centro Cultural Las Claras de Murcia como colofón a los actos y exposiciones programados durante este año por la Fundación Cajamurcia para conmemorar el centenario del pintor. Bajo el título Deja en mis ojos su mirada, la muestra recordará los homenajes que brindó Gaya a esos grandes maestros. Y junto a tales homenajes, Las Claras acogerá obras de los autores en los que se inspiró, de la talla de Velázquez, Rembrandt, Picasso, Goya, Sorolla, Sobejano, Gutiérrez Solana o Isidre Nonell.

Así, una de las piezas estrella de la muestra será La tentación de Santo Tomás de Aquino, un lienzo de grandes dimensiones de Velázquez que se encuentra en el Museo Diocesano de Orihuela y que ya visitó hace ocho años la capital murciana con motivo de la celebración de la exposición Huellas.

Gaya, quien calificó a Velázquez como «pájaro solitario», nunca ocultó su admiración hacia el pintor de la Corte y la deja patente en numerosas ocasiones, como en sus recreaciones de Las Meninas o en detalles extraídos de otras obras como El Papa Inocencio X. Una pieza de Gaya lleva por título precisamente Homenaje al Velázquez de Orihuela y en ella recrea al ángel que presencia la escena en la obra velazqueña.

El autor murciano fue prolífico en sus homenajes y reconocimientos y, para ellos, recurría a reinterpretar la obra original o bien a incorporarla en su propia pintura a través de recursos como la introducción de postales o cuadros en naturalezas muertas. Así, el listado de artistas que pasa por el tamiz de los pinceles de Gaya es extenso e incluye a Tiziano, Sorolla, Carpaccio, Corot, Cezanne, Constable, Donatello y, por supuesto, Picasso. El pintor malagueño, del que Gaya pronunciaría su elogio más absoluto –«Es sólo genio en principio y fin»–, aportará a la exposición la obra Mujer sentada desnuda con la cabeza apoyada en la mano, cedida por la Fundación Mapfre.

Otra de las piezas más esperadas es de Francisco de Goya. Ramón Gaya tampoco se calló elogios hacia la obra del pintor de Fuendetodos. Si de Las Meninas dijo que «es un cuadro abierto de par en par, que pone en libertad a la realidad completa», de La Familia de Carlos IV afirmaría que «es una cárcel, una cárcel para encerrar la realidad y en donde Goya mismo ha quedado prisionero». De este autor se expondrá Santa Justa y Rufina. Se trata de una de las obras preparatorias a la que luce en la Catedral de Sevilla por un encargo realizado en 1817.

De este modo, en la muestra, que permanecerá abierta desde el 21 de octubre hasta diciembre, el visitante descubrirá la mirada de Gaya en la obra de otros artistas clásicos y los aspectos que más llamaban la atención en el pintor murciano.

Es asimismo una forma de valorar el método en el que Gaya quiso integrar la historia de la pintura en su propia obra, al incluir en la mayoría de las ocasiones las obras a las que homenajea en sus lienzos en forma de postales. La pureza que siembre brindan los trazos del primer Premio Velázquez enmarca así a la obra representada.

Con esta ambiciosa muestra, que toma su nombre de un poema del valenciano Francisco Brines, se pone el broche de oro a un año en el que la obra de Ramón Gaya ha estado especialmente presente en la Región pero también ha salido de ella para llegar a otras ciudades como Roma, Madrid o Valencia.