Su Trabajo Fin de Máster (TFM) ha sido premiado con 3.000 euros por la Cátedra Inycom de la Universidad de Zaragoza. Cristina Bernal (28 años), alumna del máster de Psicología Clínica y de la Salud de la UMU, ha analizado el impacto del uso de internet en los adolescentes con ansiedad social. Su proyecto fue supervisado por la profesora Ana Isabel Rosa Alcázar.

¿Qué pretendía analizar?

En un principio, queríamos analizar cómo repercute el exceso de internet en aquellas personas que padecen ansiedad social.

¿Qué es exactamente la ansiedad social?

La ansiedad social es la ansiedad (incomodidad emocional, miedo, angustia, temor, tensión, aprensión o preocupación) que siente una persona en diversas situaciones sociales, donde interacciona con los demás, y en donde puede ser potencialmente evaluado, examinado o juzgado por otras personas.

¿Cómo afecta el uso de internet a aquellas personas con ansiedad social?

Al tener miedo de llevar a cabo una interactividad social directa, se apoyan en las redes sociales. En ellas saben que no las van a evaluar a la cara, tienen más tiempo para pensar lo que van a decir y cómo. Las personas que padecen ansiedad social ven a internet como un método seguro para comunicarse.

¿A través de qué métodos ha llevado a cabo la investigación?

Seleccionamos al azar un muestreo. Recogimos un muestreo de más de 200 personas, tanto hombres como mujeres, comprendidos entre los 16 y 24 años. Han colaborado algunos institutos y alumnos de distintas facultades de la universidad.

¿Y cuáles han sido los resultados obtenidos?

Encontramos que ni la edad ni el sexo es un factor determinante para el uso problemático de internet, a pesar de que otros estudios muestran que este uso se da más en los varones; en esta investigación ha sido prácticamente insignificante, al igual que con la edad. En definitiva, a mayor ansiedad social se realiza un mayor uso problemático de internet. Lo que no hemos determinado en esta hipótesis es si la ansiedad social se da por uso excesivo de internet o viceversa. Como el huevo y la gallina, no se sabe qué fue lo primero.

¿Imaginaba que iba a recibir este galardón?

Sabía que era un buen trabajo, por el reconocimiento de otros profesores y la nota obtenida, pero no pensé qué podía ser galardonada, la verdad. Estoy muy contenta ya que ha supuesto un reconocimiento al trabajo duro, gracias a la ayuda de mi profesora y amiga Ana Isabel Rosa Alcázar. Fue una inyección de adrenalina para poder seguir investigando, algo que he comenzado.