El magistrado murciano del Tribunal Supremo, Antonio Salas, aseguró, en relación al asunto de las 'Tarjetas Negras' de Bankia, no se cree que personas perfectamente conocedoras de cómo funciona el sistema financiero, el sistema impositivo, dicen que gastaban y pensaban que era la entidad la que pagaban los impuestos».

«Si cada persona paga los suyos a través del IRPF, no es posible», apuntó. Salas, que hizo estas declaraciones antes de ofrecer una conferencia en la Universidad de Murcia, al ser preguntado por la reacción de los políticos ante las imputaciones judiciales, añadió entiende que «las declaraciones de estas personas ante los periodistas no pueden ser, creo, las mismas que las que hacen ante el juez». El magistrado considera «normal» que intenten defenderse de alguna manera ante la opinión pública, pero «no tiene sentido», ha explicado, que «lo hagan delante del juez».

Asimismo, señaló que hay que revisar el tema de los aforamientos, pero se cree que es un privilegio, aunque se puede enfocar de esa manera, es una garantía judicial. «Se busca que el juez tenga la suficiente experiencia para no sentirse comprometido ante la persona que se va a juzgar o su decisión se vea condicionada», puntualizó Salas.

Sobre este tema, matizó que en el aspecto autonómico hay demasiados aforamientos que habrá que revisar. Alberto Ruiz Gallardón anunció «una medida muy drástica y creo que se revolverá con algo intermedio». Pero ha dejado claro que difícilmente se hará en este legislatura puesto que queda poco tiempo hasta que llegue julio y después, por las elecciones, se disolverán las Cortes y Senado, «y no será posible aprobarlo».

Respecto a la revisión de las 'Tasas judiciales', Salas afirmó que la Ley aprobada por el exministro de Justicia «tenía que ser revisada ya que tenía aspectos defectuosos, aunque no soy absolutista ni contrario si existe una buena regulación». De hecho, dijo, «existían anteriormente para las sociedades mercantiles».

El problema que ocurre ahora, aseveró, es que «los proyectos en los que ha trabajado Gallardón durante tres años ahora ya no valen y eso genera una frustración tremenda La Justicia necesita de legislación y de agilidad y no se pueden perder tres años de trabajo así», apostilló.