El exconsejero de Caja Mediterráneo (CAM) Salvador Piles explicó ayer que las actas del consejo de administración no se leían, sólo «se comentaban». En su comparecencia ante la comisión de investigación de las Cortes Valencianas sobre la intervención de la CAM por el Banco de España, Piles afirmó que las actas «no las aprobaban los consejeros, las aprobaban el presidente y el secretario», e insistió en que no se leían «nunca».

Piles, quien formaba parte del consejo en representación del sindicato UGT, explicó que no ha sabido «en la vida» lo que gana el presidente o el director general, a pesar de que en las actas del consejo de administración consta que fueron informados. «Ahora me siento engañado», admitió, a la vez que dijo encontrarse «desprotegido», porque tiene la sensación de que «las estructuras de control» de la caja «han fallado». Criticó además que el consejo no fue nunca informado de «por qué se rompió el SIP» con Banco Base, como tampoco se le dio cuenta de la ruptura de la fusión con Cajamurcia o del «intento» de unirse con las cajas vascas y apuntó que fue esa falta de información lo que «deterioró el clima» de entendimiento entre sus miembros.

Por su parte, el exconsejero de la CAM Enrique Puig Mora responsabilizó al exdirector general de la caja Roberto López Abad de «las malas prácticas» que llevaron a la intervención de la entidad por parte del Banco de España.