Clemente García, que ha sido secretario general de la CROEM durante los 32 años de vida de la organización empresarial, se despidió ayer entre lágrimas. Hubo llantos durante la asamblea general que celebró la patronal murciana y también al acabar el acto, cuando llegó el momento de decir adiós al equipo de profesionales que ha colaborado más estrechamente con el ya exsecretario general durante los últimos años. Los lloros más emotivos fueron los de las secretarias, a las que fue preciso repartir pañuelos de papel porque no habían acudido a la asamblea suficientemente pertrechadas para la situación.

El homenajeado, que hoy cumple 75 años, también lloró al despedirse de su presidente, Miguel del Toro, de los empresarios murcianos y de los miembros del Gobierno regional presentes en el acto, encabezados por su presidente, Ramón Luis Valcárcel. Para el nuevo consejero de Obras Públicas, Antonio Sevilla, la emotiva asamblea de la patronal era el primer acto oficial con el que se estrenaba, apenas un par de horas después de haber tomado posesión y de haber asistido a su primer Consejo de Gobierno en el palacio de San Esteban. Todos ellos acudieron acompañados por su equipo de altos cargos, que hacían corrillos y se interrogaban unos a otros comentando sus posibilidades de continuar en el Ejecutivo, tras la reestructuración.

Entre los invitados se encontraban también los secretarios generales de UGT y Comisiones Obreras, Antonio Jiménez y Daniel Bueno, a los que Clemente García citó expresamente en su intervención, junto a los antecesores de ambos –Paco Solano, Pedro Mompeán, Víctor Meseguer y Antonio López Baños de UGT y Emilio Petri, Pepe Cánovas y José Luis Romero de CC OO. Agradeció también la atención del secretario confederal de UGT, Cándido Méndez, que le ha llamado personalmente para despedirse.

Clemente García citó también a los cuatro presidentes con los que ha trabajado en la CROEM desde su creación, en 1979, Del Toro, el fallecido José Luis Villar, Francisco José Vicente Ortega y Tomás Zamora. Estos últimos estuvieron sentados en primera fila.

A los actuales dirigentes de la patronal les pidió que presten «a Pepe Rosique –el nuevo secretario general nombrado ayer por la junta directiva de la CROEM– la misma colaboración y confianza que me habéis prestado a mí. Tenéis un secretario general extraordinario», aseguró.

«Con espíritu y con disciplina os digo: ¡Misión cumplida. Retorno a base!», fue el mensaje en tono marcial con el que resumió sus 32 años al frente de la patronal, aunque volvió a dejar claro que le gustaría seguir realizando algún tipo de actividad que le permita «devolver a la sociedad lo que me ha dado».

Valcárcel definió a Clemente García como un hombre «adelantado al futuro», del que había aprendido «su vocación de servicio. También aprendí a tener la templanza que hay que tener, sobre todo en los momentos de dificultades, cuando la exigencia se hace mayor». El presidente regional le agradeció además su capacidad para «aconsejar desde la más absoluta humildad».

Por su parte, Miguel del Toro recordó que además de haber sido «el alma máter» de la patronal murciana, Clemente García es «un animal político», aunque no haya ocupado ningún cargo público desde que dejó la alcaldía de Murcia en 1979 para incorporarse a su puesto de funcionario en la desaparecida Diputación Provincial. Aseguró que «su criterio» le ha convertido «en una de las personas más influyentes de la historia reciente de la Región de Murcia». Le agradeció también que, con su aportación, haya permitido que CROEM se convierta en «un referente de la organización empresarial». Anunció también que la despedida de ayer no será la última, dado que la CROEM está preparando un acto multitudinario y «abierto a la sociedad» para después del verano.