Decir Uribarri hoy en día es decir música, Eurovisión, guayominí 12 points. Y, pese a que no reniega de ello, este veterano avilés ha lidiado de demasiadas plazas como para ser relegado a tan limitada etiqueta. Al fin y al cabo, decir Uribarri es evocar la historia de Televisión Española.

¿Es injusto que ahora se le conozca sólo por Eurovisión?

Puede, pero también es muy bonito el poder estar todavía en activo. El festival me ha unido a generaciones que jamás habrían llegado a saber que he existido, y eso siempre es un orgullo.

¿Con qué se quedaría de su extensa carrera?

No podría elegir sólo una cosa. Por entonces o eras un todoterreno o te arrinconaban. He locutado corridas de toros y baloncesto, he presentado Telediario y Aplauso... Y recuerdo con cariño TVE es noticia, en donde mostrábamos los entresijos de la cadena, algo que por entonces era muy novedoso y gustó mucho a la gente.

¿Le preocupan las críticas?

Cuando era j0ven sí, pero ahora me dan igual. Para mí es un orgullo que me sigan contratando, porque eso indica que confían en mi labor. Prefiero quedarme con lo positivo, y es que los ´eurofans´ de verdad me quieren mucho.

¿Volveremos a ganar alguna vez Eurovisión?

Es complicado, porque Europa del Este tiene mucho peso, y las eliminatorias fomentan los celos entre países y hacen que esas canciones tengan mayor presencia que las de los big four (España, Francia, Reino Unido y Alemania). Pero podemos ganar si llevamos un tema que impacte.

¿Qué es más difícil? ¿Ser comentarista o ser jurado?

Como jurado tienes una responsabilidad añadida. Es muy duro tener el futuro de unos chicos en mis manos, y me sabe mal tener que escoger sólo a uno.

¿Qué opina de estos concursos musicales?

Creo que tendría que haber 300 eventos como este en toda España, porque son muy importantes para dar salida a los nuevos artistas. Y más en la Región de Murcia, que es un vivero increíble de talentos. Tendría que haber un programa de televisión para ensalzar los valores nuevos, pero ya no se saben hacer espacios musicales.

De sus visitas a la Región, ¿cuál recuerda con más cariño?

Estoy muy ligado a Murcia. Fui uno de los pioneros en La Manga, junto a Concha Piquer, Tomás Maestre y algunos otros, presenté durante diez años el Cante de las Minas... Pero lo más inolvidable fue cuando retransmití la Semana Santa de Lorca, hace años, donde trabé mucha amistad con la cofradía del Imperio Romano.