El Juzgado de lo Mercantil número Uno de Murcia ha declarado en concurso voluntario abreviado de acreedores a la sociedad Cartagena Joven, que tiene su sede social en la población cartagenera de Molinos Marfagones y que es la impulsora del residencial Buenos Aires, en dicha localidad.

La resolución señala que a partir de ahora las facultades de administración y disposición de sus responsables pasan a ser intervenidas por la administración concursal. Para ejercer esa labor ha sido designada la firma A. Sánchez Abogados y Asesores Tributarios.

Se trata de un paso esperado por parte de la sociedad, ya que el hundimiento de las ventas inmobiliarias a consecuencia de la crisis económica y la falta de planificación de servicios e infraestructuras en el entorno del residencial habían supuesto graves pérdidas para la empresa, cifrando en 1,8 millones de euros el débito del pasado año. De hecho, fue la misma compañía la que solicitó entrar en concurso de acreedores en marzo del año pasado.

Ahora está por ver cómo influye esto en las arcas del Ayuntamiento, ya que la sociedad municipal Casco Antiguo forma parte de la empresa con un 9% de su accionariado, junto a otras constructoras del municipio y el Banco Mare Nostrum, que asumió a Cajamurcia.

Sobre la promoción de viviendas en Molinos Marfagones, todo queda en suspenso. El proyecto data de 2009, con Gobierno del PP liderado por la exalcaldesa Pilar Barreiro -imputada por la trama Púnica-, y preveía la construcción de 1.800 viviendas de protección pública en la finca Buenos Aires, a la salida de la localidad cartagenera rumbo a Mazarrón. No obstante, sólo 192 de aquellos pisos se construyeron y apenas se han vendido más de la mitad, pese a las constantes rebajas de precio por parte de la empresa, que a primeros de año redujo en un 5% el coste de las viviendas.

La situación también deja en el aire el resto del proyecto, que preveía dotar a la zona de infraestructuras necesarias para un residencial como el planteado en Molinos Marfagones. De hecho, los vecinos de la zona mantienen la reclamación de una rotonda en el cruce de la carretera N-302 y el residencial, donde, según ellos, se han producido numerosos accidentes y supone un peligro para los residentes. También reclaman mayor frecuencia de autobuses en el residencial, algo que el Ayuntamiento ya tramita con la concesionaria del servicio Alsa, para ponerlo en marcha durante la próxima Navidad a modo de prueba. Asimismo, los vecinos aún esperan zonas verdes y mejoras en las aceras y el alumbrado, lo que también supondría un atractivo para nuevos inquilinos.