La expectación que ha generado en la ciudad el casting que la productora de la película que Álex de la Iglesia hará en Cartagena, La chispa de la vida, es tal que más de doce horas antes del inicio de las pruebas, ya llegaban las primeras personas a hacer cola en la puerta del Palacio de Molina, donde se llevarán a cabo a partir de hoy a las diez de la mañana y hasta el jueves, en horario de mañana y tarde.

Caridad Antiñolo, una mujer de 44 años, fue la primera en llegar unos minutos antes de las ocho de la tarde. «Vengo porque estoy parada y porque necesito el dinero. Pienso quedarme toda la noche con tal de tener una oportunidad para conseguir un papel de extra», admitió. Lo cierto es que Caridad andaba un poco perdida, ya que buscaba un sitio donde sacar fotocopias del DNI y de la cartilla de la Seguridad Social, que no sabía que tenía que presentar para hacer las pruebas. Ha trabajado muchos años en la hostelería, como ayudante de cocina y tiene cierta relación con el mundo del espectáculo. «Trabajé un tiempo en el Nuevo Teatro Circo como utillera, ayudando a vestirse a las artistas»,

recuerda Caridad, quien se presentó con lo puesto para el plantón.

Más previsor fue José Martínez Burgos, un guardia de seguridad de 58 años prejubilado al que sólo le mueven las ganas de salir en una película para montar su silla y cubrirse con su manta para pasar la noche ante la puerta del Palacio de Molina. «Llevo un pasamontañas, dos bocadillos, empanadillas y una radio», dice mientras muestra la bolsa con su kit de supervivencia para aguantar la larga madrugada.

Otros, como el joven Francisco Rodríguez, aparecieron por el inmueble de la calle Jara para curiosear e informarse sobre lo necesario para poder presentarse al casting, aunque su plan era regresar por la mañana temprano. «Tengo el día libre en la gasolinera donde trabajo y quiero hacer la prueba porque me gusta mucho el cine. Estoy preparando una mini-película casera con mi familia y mis amigos», añadió.

Poco después, llegaron Elena e Irene, dos amigas que han pedido a su jefe que les permita salir esta tarde un poco antes para acercarse al

casting. Y, al rato, aparecieron la pareja formada por Joaquín Montalbán y Estefanía Torres, dispuestos a aguantar toda la noche despiertos para no perder la oportunidad de hacer la prueba y ser uno de los mil extras que Álex de la Iglesia precisa para hacer la película, cuyo rodaje comenzará el próximo mes de febrero y se llevará a cabo en el entorno del Palacio Consistorial. Los figurantes cobrarán una media de entre 30 y 120 euros por día y deberán estar disponibles para rodar durante seis o siete semanas de noche y de madrugada. Los primeros de la cola demostraron ayer que esto no les importa. Sólo queda desearles ´mucha mierda´.